ESTAMBUL.- El enfrentamiento político entre Rusia y Ucrania tuvo ayer un nuevo e importante capítulo luego que la iglesia ortodoxa ucraniana concretara el sábado el mayor cisma en la órbita cristiana en 1.000 años al separarse de la iglesia de Rusia.
En una ceremonia llevada a cabo en Estambul, antigua Constantinopla, el patriarca ecuménico Bartolomé I convirtió a Epifanio I en el líder de la iglesia ortodoxa de Ucrania, reafirmando la independencia política, y ahora religiosa, de Moscú. La respuesta no se hizo esperar, ya que la iglesia rusa calificó la decisión como nula y cismática, derivada de la política occidental destinada a reducir la esfera de influencia rusa, por lo que ha anunciado que romperá relaciones con el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla.
Con el establecimiento de la 15ª iglesia ortodoxa autocéfala se concretó el más grande cisma ortodoxo desde 1054, cuando la iglesia de Oriente rompió con el Papa de Roma. En la foto, el patriarca de Constantinopla, Bartolomé I, besa al líder religioso ucraniano, Epifanio I.
«Oficial y canónicamente, os convertís en la decimoquinta Iglesia en el bendito coro de las iglesias autocéfalas. El futuro es vuestro y debéis luchar por lograr la paz”, declaró Bartolomé durante la ceremonia en un mensaje especialmente dirigido al Patriarcado de Moscú, al que recordó su preeminencia en la jurisdicción canónica, y a la situación en Ucrania, dividida desde la revuelta proeuropea de 2014, la anexión rusa de Crimea y el conflicto secesionista en el Donbás, que ya ha provocado unos 10.000 muertos.