Stallman: “Los teléfonos celulares no se apagan nunca”

Stallman: “Los teléfonos celulares no se apagan nunca”

Richard Stallman es considerado el padre del software libre. Él fue quien creó el el primer sistema operativo libre, el cual llevaba por nombre GNU y vio la luz en 1983.

Este informático, que estudió Física en Harvard y se doctoró en el MIT, quedó atrapado por la cultura hacker, cuyo desarrollo coincidió con sus años de juventud. El software libre y el concepto de copyleft (en contraposición a copyright) le deben mucho a este hombre.

Actualmente Stallman está obsesionado con cómo el software privativo, el que no es libre, colisiona con el derecho a la privacidad de las personas. Stallman no tiene celular, no sube fotos a las redes sociales y asegura que siempre paga en efectivo porque no le gusta que rastreen sus movimientos.

El software libre es su aporte como programador a la lucha por la integridad de las personas. “Hemos logrado liberar computadoras personales, servidores, supercomputadoras, pero no podemos liberar completamente la informática de los celulares. La mayoría de los modelos no permite instalar un sistema libre”, se lamentó Stallman.

“Los celulares son el sueño de Stalin, porque emiten cada dos o tres minutos una señal de ubicación para seguir los movimientos del teléfono”, indicó. Esta funcion era necesaria para dirigir llamadas o mensajes a los dispositivos. Pero tiene el efecto perverso de que también se pueden seguir los movimientos del portador. Y peor aún, uno de los procesadores de los teléfonos tiene un ´backdoor´ (una forma de ingresar a un dispositivo sin permiso del usuario). A través de esta, los celulares pueden convertirse en “dispositivos de escucha, que no se apagan nunca porque los celulares no tienen interruptor”, sentenció.

A Stallman le preocupa que los aparatos conectados aporten a las empresas privadas cada vez más datos sobre nosotros. “Hay datos que hace falta compartir: por ejemplo, dónde vives o quién paga la luz de un apartamento para resolver los pagos. Pero nadie tiene por qué saber qué hacés en tu vida diaria”.

“Los datos realmente peligrosos son quién va a dónde, quién se comunica con quién y qué hace cada uno durante el día”, subrayó Stallman.

Salir de la versión móvil