La tercera ola del Covid-19 está golpeando duro a Bolivia y empuja al país a un colapso sanitario. Los hospitales están llenos, el oxígeno escasea para los enfermos graves, los intentos para imponer cuarentenas en varias ciudades no están funcionando y las vacunas se están acabando.
Con 65.685 positivos, mayo fue el peor mes para Bolivia en cuanto a contagios se refiere. Pero también fue el de mayor letalidad en lo que va 2021.
La Sociedad Boliviana de Terapia Intensiva informó que existen unos 20 pacientes esperando por una de las 4.000 camas que hay en todo el país para atender enfermos críticos. A lo que se suma la falta de oxígeno -los hospitales piden a los familiares de los enfermos que lo suministren-.