La nueva variante Delta del coronavirus, identificada por primera vez en la India, ya se ha detectado en 74 países y continúa propagándose rápidamente en medio de temores de que pueda convertirse en la cepa dominante en todo el mundo. El propio gobierno británico de Boris Johnson anunció ayer la decisión de retrasar cuatro semanas la última fase del levantamiento de las restricciones (previsto inicialmente para el 21 de junio) debido a un aumento de casos relacionados a la variante.
La decisión no es azarosa. Brotes de esta cepa en China, África, Estados Unidos, Escandinavia y el Pacífico indican la peligrosidad de la nueva variante, que podría ser más infecciosa que todas las conocidas hasta el momento, según los expertos. En Gran Bretaña, ya se investiga si está asociada a una mayor capacidad de causar reinfecciones y de enfermar más gravemente, además de poder evadir el sistema inmunológico, como también sugirió la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su última actualización epidemiológica.
Entre 40% y 80% más contagiosa que la Alfa, la cepa Delta es ahora responsable del 96% de los nuevos casos en Gran Bretaña, con casi 128.000 muertos. Y llevó los contagios diarios de 2.000 a 7.000 en poco tiempo. En Francia también crece el alerta por el alcance de la cepa: la Agencia Regional de Salud de la región del Gran Este anunció en las últimas horas un plan de acción inmediato” tras haber identificado cuatro casos en Estraburgo.
Pero la preocupación cruza el Atlántico y llega a Estados Unidos, donde ya representa el 6% de los nuevos casos. Un ex comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), Scott Gottlieb, señaló incluso que esta variante parece ser más peligrosa” y que los casos en ese país se duplican cada dos semanas aproximadamente.
Lo cierto es que la evidencia científica observada en la India indica que la variante causaría síntomas más graves que las otras conocidas hasta el momento, como dolor de estómago, náuseas, vómitos, pérdida de apetito y de audición y dolor en las articulaciones.
Un estudio británico publicado en la revista The Lancet sostiene además que la variante Delta duplica el riesgo de hospitalización en comparación a la Alfa. Sin embargo, el estudio también señala que dos dosis de las vacunas Pfizer/BioNTech o AstraZeneca/Oxford protegen eficazmente de una hospitalización a causa de la variante, algo que se extendería a las otras inmunizaciones. De ahí la decisión de Johnson de retrasar el levantamiento de las últimas restricciones para completar la vacunación de todos los mayores de 50 años.