La medida apunta a evitar que empresas se beneficien de regímenes fiscales complacientes y no paguen impuestos en los países que operan. El acuerdo fue alcanzado luego de cuatro años de intenso debate, indicó el sitio de DW.
El mecanismo, que se adoptará para 2030, sigue el camino ya trazado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de un sistema sustentado en dos pilares: una tasa de al menos el 15% del beneficio para grandes multinacionales y el pago de impuestos tanto en el país que albergue la sede central como en los países en los que operen.
En la primera sesión del G20 de Roma, los líderes también conversaron sobre la aprobación de la nueva emisión de derechos especiales de giro por parte del FMI y el mecanismo innovador para su reasignación.