El presidente de Perú, Pedro Castillo, dijo que su gobierno no pretende seguir el camino emprendido por los gobiernos de Venezuela y Cuba aunque evitó hacer comentarios sobre la política interna de estos países.
Castillo, que ha enfrentado diversas crisis políticas desde su asunción en 2020 -que incluyeron un intento de destitución-, concedió una entrevista televisiva en la que, interrogado por su ideología política, dijo que él no posee una ideología definida y prefirió definirse como “un provinciano, un maestro andino que abraza las necesidades de este país”. En este sentido, el mandatario consideró que “las ideologías no salvan a los países, las ideologías no priorizan las necesidades del país. Creo en la buena voluntad, creo en la decisión no solamente personal o de un Gobierno sino también de un pueblo que aspira a ser distinto, sin ningún modelo de afuera”.
Frente a la pregunta de si consideraba como una dictadura al gobierno Cubano, Castillo evadió dar definiciones personales e indicó que esas preguntas se le deberían hacer al pueblo cubano, aclarando que “no quisiera que otro país o personas se entrometan en la vida de los peruanos”. En la misma sintonía, consultado sobre si reconocía como presidente de Venezuela a Juan Guaidó o a Nicolás Maduro, Castillo reiteró su intención de no opinar sobre países que son “autónomos” y afirmó que los problemas de Venezuela “los resuelven los venezolanos”. No obstante, aclaró que no le gustaría que Perú “se convirtiera en uno de esos modelos” y dijo que su voluntad es generar un “verdadero modelo democrático y abierto con los peruanos”.
Finalmente, el mandatario que durante su campaña presidencial había apoyado el reclamo de Bolivia en torno a la necesidad de una salida al mar, dijo que ahora que es presidente no puede tomar decisiones en soledad, por lo que afirmó que será una medida que de tomarse, previamente será consultada al pueblo peruano. Horas más tarde de que la entrevista se hiciera pública, la cancillería de la República de Perú emitió un comunicado donde aclararon que si bien este país se ha comprometido a brindar mejores condiciones para el tránsito de personas y mercaderías de Bolivia, “bajo ninguna circunstancia, puede interpretarse como una afectación de nuestra soberanía”.