El Gobierno de China lanzó este lunes un duro pronunciamiento contra la incautación de buques extranjeros por parte de Estados Unidos, al considerar que se trata de una “grave violación del derecho internacional”.
La declaración se produjo luego de que la Guardia Costera estadounidense confiscara un petrolero el pasado 20 de diciembre, bajo el argumento de que integraba la denominada “flota en la sombra”.
En una conferencia de prensa en Pekín, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Lin Jian, rechazó las sanciones unilaterales que no cuentan con aval del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas y advirtió que este tipo de medidas vulnera la soberanía y la seguridad de otros países.
“China se opone a cualquier acción que viole los principios de la Carta de la ONU o constituya intimidación unilateral”, sostuvo.
En ese marco, el vocero defendió el derecho de Venezuela a desarrollar cooperación internacional “de manera independiente y en beneficio mutuo”, y afirmó que la comunidad internacional “comprende y apoya” la postura de Caracas en la defensa de sus intereses legítimos.
Desde Venezuela, el presidente Nicolás Maduro calificó los asaltos a petroleros y la confiscación de crudo venezolano como “piratería de corsarios”, en alusión a un despliegue militar que describió como agresivo en el mar Caribe.
A través de su canal oficial de Telegram, denunció una “campaña sostenida de agresión” que, según dijo, va desde el hostigamiento psicológico hasta la retención de buques y tripulaciones.
Maduro afirmó que se trata de “piratas contratados por un Estado imperial” con el objetivo de controlar las riquezas del país y remarcó que, pese a las presiones, Venezuela mantiene su fortaleza institucional y su capacidad de respuesta. También aseguró que distintos sectores sociales permanecen unidos en defensa de la paz y la soberanía nacional.
En paralelo, la vicepresidenta ejecutiva y ministra de Hidrocarburos, Delcy Rodríguez, informó la salida desde territorio venezolano de un buque de la empresa estadounidense Chevron con destino a Estados Unidos, cargado con crudo venezolano. Según explicó, la operación se realizó “con estricto apego a las normas” y en cumplimiento de los acuerdos vigentes.
El anuncio se dio en un contexto de alta tensión, tras la denuncia de dos asaltos recientes a buques petroleros cerca de las costas venezolanas, con confiscación de cargamentos y retención de tripulaciones.
Caracas reiteró que continuará defendiendo sus recursos energéticos y el cumplimiento del derecho internacional frente a lo que considera acciones arbitrarias y hostiles de la Casa Blanca.
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