La “tragedia”, que tuvo lugar en el Canal de la Mancha y se considera la peor desde el año 2018, despertó tensiones entre el gobierno francés y el británico en torno a la política migratoria.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, llamó ayer a redoblar los esfuerzos contra la inmigración ilegal y quienes lucran con ella.
Además, subrayó que Francia es un “país de tránsito” para los migrantes, que quieren radicarse en el Reino Unido.
Por otro lado, la ministra del interior británica, Priti Pate, consideró que su país “no es despiadado” con los inmigrantes y que tiene un “enfoque claro, generoso y humano” para hacer frente al incremento de los cruces del Canal de la Mancha.
Por último, informó que ya se había comunicado con su homólogo francés, Gérald Darmanin, para encontrar soluciones en conjunto que logren frenar la crisis.