En la previa de lo que serán las elecciones presidenciales en el país vecino, el ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva brindó ayer una conferencia de prensa y presentó las líneas generales de lo que será su gestión en caso que asuma el mando del Ejecutivo. Para el líder del Partido de los Trabajadores (PT), la reindustrialización de Brasil es una prioridad. Este aspecto involucra también a Argentina, ya que Lula pretende renegociar un acuerdo comercial alcanzado hace tres años entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), que no fue ratificado.
“Quiero establecer un acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea. Estuvimos muy cerca y necesitamos tomar en cuenta lo importante para Sudamérica. Brasil no puede abdicar de su derecho de reindustrializarse. Argentina no puede abdicar de ser un país con una fuerte industria. Un acuerdo es para que todos ganen”, afirmó el candidato. Da Silva, que gobernó entre 2003 y 2010, describió a Sudamérica como un importante socio comercial y político alternativo para la UE en el marco del nuevo escenario geopolítico generado por la guerra en Ucrania, que distanció a Europa de Rusia.
Hacia la primera vuelta presidencial del 2 de octubre, Lula figura como favorito en las encuestas con una ventaja de 15 puntos sobre el actual presidente, Jair Bolsonaro. Así lo difundió la consultora Datafolhia, Lula mantiene el 47% de intención de voto, frente al 32% de Bolsonaro.
“Pienso que América del Sur vive un momento muy especial. Las victorias de Argentina, Chile, Bolivia y Perú son una demostración de que el pueblo latinoamericano no quiere más fascistas dirigiendo a nuestro continente”, dijo. “Si vuelvo a ser presidente volveré con más voluntad para trabajar en la integración de América del Sur. Ya conozco dónde erramos, dónde fallamos, lo que dejamos de hacer ¡Quién se imaginaba que un presidente de izquierda ganaría en Colombia!” por primera vez en la historia, subrayó.
Finalmente, Lula repasó uno de los temas más criticados sobre la gestión de Bolsonaro: la preservación ambiental del Amazonas, del cual Brasil tiene el 60% en su territorio. Entre agosto de 2019 y julio de 2020, la deforestación aumentó un 9,5 % y alcanzó su mayor nivel desde 2008, según datos del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE). Da Silva afirmó que reforzará los organismos de control y fiscalización en la gran selva sudamericana, la mayor reserva de biodiversidad del mundo.