Lentamente, Europa se apaga con planes de ahorro energético en todo el continente para sortear las dificultades que generó la guerra en Ucrania, con las fuertes alzas del costo de la electricidad y la reducción del suministro de gas de Rusia como principales desafíos.
Precisamente, mañana entrará en vigor el acuerdo de la Unión Europea (UE) para reducir el consumo de gas ruso, que supo representar más del 40% de las importaciones del combustible en el bloque. En caso de “riesgo grave de penuria”, un mecanismo hará obligatoria esa reducción, pero el objetivo será adaptado a las realidades de cada país a través de una serie de exenciones, como estableció el texto firmado por los 27 Estados miembro.
En el acuerdo, cada integrante del bloque se compromete a reducir el consumo de gas en al menos un 15% entre el 1 de agosto de 2022 y el 31 de marzo de 2023. El objetivo es que, gracias a esta reducción del consumo, los Estados puedan acelerar la reposición de sus reservas de gas antes del invierno, aunque la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, llamó a los países a “prepararse para el peor escenario”.
Claro que la situación genera tensión en los distintos países: en Alemania, por ejemplo, la Asociación de Inquilinos alertó que “millones de personas” no podrán pagar la calefacción debido al alza de las tarifas del gas y reclamó al gobierno de Olaf Scholz un aumento de los subsidios a la vivienda y una mayor protección contra los despidos laborales.
Algo similar ocurre con la energía eléctrica, ya que distintos países como España, Francia o Grecia anunciaron medidas para ahorrar en el consumo de luz, que muchas veces es utilizada para reemplazar los servicios del gas. En Gran Bretaña se anticipan además a los efectos del cambio climático, con distintas medidas para propiciar que cada persona reduzca el consumo diario de agua en una cuarta parte para 2050, de 145 litros a 110 litros por día. Para conseguirlo, el Gobierno estableció ciertos límites, por ejemplo la gente no puede regar sus jardines, ni llenar la piscina ni lavar el auto.