Harris se posiciona como líder feminista y ataca a Trump

Las elecciones estadounidenses están marcadas por una enorme brecha de género

Harris se posiciona como líder feminista y ataca a Trump

La candidata demócrata a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, Kamala Harris, salió ayer al paso del comentario machista y paternalista que su rival, Donald Trump, lanzó la víspera en un mitin en Green Bay, Wisconsin. El republicano dijo en un mitin que “protegerá” a las mujeres “les guste o no”.

La campaña de Harris ya criticó ese comentario el mismo miércoles, pero ayer, la vicepresidenta ha comparecido brevemente en Madison (Wisconsin), antes de emprender viaje a Arizona, para denunciar ese comentario como “ofensivo” no solo para las mujeres, sino para todo el mundo. Las presidenciales están marcadas este año por una enorme brecha electoral de género, en la que Trump logra más apoyo de los hombres, y Harris, de las mujeres.

Trump había dicho en su mitin en Green Bay que su “gente” le había dicho previamente que no creían que debiera decir que quería “proteger a las mujeres” del país, unos comentarios que ya había pronunciado antes. “Me dijeron: ‘Señor, creo que es inapropiado que lo diga’. Les pago mucho dinero a estos tipos. ¿Lo pueden creer?”, continuó el ex presidente entre aplausos de sus seguidores. Y no se arredró: “Les dije: ‘Bueno, voy a hacerlo les guste o no a las mujeres. Voy a protegerlas. Voy a protegerlas de los inmigrantes que vienen. Voy a protegerlas de los países extranjeros que quieren golpearnos con misiles y muchas otras cosas”.

Harris ha comparecido ayer también en Wisconsin para referirse a esas declaraciones: “Creo que en realidad es muy ofensivo para las mujeres en términos de no entender su independencia, su autoridad, su derecho y su capacidad de tomar decisiones sobre sus propias vidas, incluidos sus propios cuerpos”, dijo. Más tarde, en el turno de preguntas, puntualizó en que no lo veía solo como una afrenta a las mujeres: “Creo que es ofensivo para todo el mundo, por cierto”.

La brecha electoral de género se ha abierto más que nunca en estas presidenciales. Los hombres apoyan mayoritariamente a Trump, mientras que las mujeres se decantan por Harris, según apuntan las encuestas, con diferencias de apoyo que superan los 10 puntos en ambos casos y que, al final, prácticamente se contrapesan entre sí. El magnate ha sido condenado por abuso sexual en un juicio civil, fue acusado múltiples veces de una conducta sexual impropia y lanza frecuentemente ataques machistas y misóginos contra su rival, Kamala Harris. La exhibición de hipermasculinidad de sus mítines es en gran medida deliberada.

Por su parte, Harris ha convertido el derecho al aborto en una de las propuestas estrella de su campaña, aunque en realidad regularlo para todo el país dependa del Congreso, donde no se espera que los demócratas cuenten con la mayoría necesaria para ello. Coincidiendo con las elecciones, hay una decena de referéndums sobre el aborto en diferentes Estados que los demócratas tratan de utilizar para movilizar a sus votantes. A Trump el tema del aborto le incomoda y ha cambiado de posición una y otra vez. Finalmente, el republicano ha tratado de encontrar un equilibrio diciendo que, como ocurre desde que el Tribunal Supremo lo derogó como un derecho federal, es cada Estado el que debe regularlo.

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