Una sonora multitud de votantes en Wisconsin, un estado en disputa, dio la bienvenida ayer a la vicepresidenta Kamala Harris al inicio de su contienda política contra el ex presidente republicano Donald Trump.
La elección de noviembre, dijo ella, “es una decisión entre la libertad y el caos”. “En esta campaña, les prometo que compararé con orgullo mis antecedentes con los de él en cualquier momento”, dijo Harris. “Creemos en un futuro en el que cualquier persona tenga la oportunidad no sólo de salir del paso, sino de salir adelante”, agregó.
Harris llegó al área de Milwaukee tras conseguir el apoyo de los delegados demócratas para su nominación después de que el presidente Joe Biden renunciara a su candidatura el domingo. Este fue su primer mitin de campaña, el cual contó con el apoyo de Biden.
El evento reflejó un carácter vibrante que había estado ausente entre los demócratas en las últimas semanas, lo que se suma a las pruebas, junto con los US$ 100.000.000 en donativos desde la tarde del domingo, de que Harris busca proyectar una sensación de confianza continua respecto a la elección de noviembre.
La vicepresidenta también ha obtenido el apoyo de funcionarios y grupos políticos demócratas, entre ellos, los líderes del Congreso, Charles Schummer y Hakeem Jeffries.