La Corte Suprema de Estados Unidos falló el lunes que Donald Trump no puede ser procesado por acciones de su potestad constitucional como presidente, pero sí por actos privados, en un fallo histórico que reconoce por primera vez el alcance de la inmunidad presidencial frente a un proceso judicial.
En un fallo por 6-3 redactado por el presidente de la Suprema, John Roberts, los jueces anularon la decisión de un tribunal inferior que rechazó la demanda de inmunidad de Trump frente a cargos penales federales relacionados con sus intentos por revertir su derrota electoral de 2020 frente a Joe Biden.
Los seis jueces conservadores integraron el voto mayoritario, mientras que los tres liberales disintieron. Trump es el candidato republicano que se enfrentará a Biden en los comicios del 5 de noviembre, en una revancha de 2020.
La lentitud de la Suprema en la tramitación del caso, unida a su decisión de devolver a cortes inferiores cuestiones clave sobre el alcance de la inmunidad de Trump, hacen improbable que el exmandatario sea juzgado antes de las elecciones por los cargos de subversión que le imputa el fiscal especial Jack Smith.
«Llegamos a la conclusión de que bajo nuestra estructura constitucional de poderes separados, la naturaleza del poder presidencial requiere que un expresidente tenga cierta inmunidad de enjuiciamiento penal por actos oficiales durante su mandato», escribió Roberts.
La inmunidad de los expresidentes es «absoluta» con respecto a sus «poderes constitucionales fundamentales», escribió Roberts, y un exmandatario tiene «al menos una presunta inmunidad» por «actos dentro del perímetro exterior de su responsabilidad oficial», lo que significa que los fiscales se enfrentan a un alto listón legal para superar esa presunción.
Roberts citó la necesidad de que los presidentes «ejecuten los deberes de su cargo sin temor y de forma justa» sin la amenaza de ser procesados. Agregó que, «en cuanto a los actos no oficiales de un presidente, no hay inmunidad».
Trump saludó el fallo en un mensaje en las redes sociales, escribiendo: «GRAN VICTORIA PARA NUESTRA CONSTITUCIÓN Y DEMOCRACIA. ORGULLOSO DE SER ESTADOUNIDENSE«.
La Suprema analizó cuatro categorías de conducta contenidas en la acusación de Trump: conversaciones con funcionarios del Departamento de Justicia tras las elecciones de 2020; presunta presión al entonces vicepresidente Mike Pence para bloquear la certificación del Congreso de la victoria electoral de Biden; su presunto papel en la reunión de falsos electores proTrump para ser usados en el proceso de certificación; y su conducta en el asalto al Capitolio de sus seguidores el 6 de enero de 2021.
La corte consideró que Trump es inmune en lo relativo a sus conversaciones con funcionarios del Departamento de Justicia.
Asimismo, decidió que también es «presuntamente inmune» en lo que respecta a sus interacciones con Pence, pero devolvió esa y las dos categorías restantes a tribunales inferiores para determinar si el exmandatario tiene inmunidad.
Se trata de la primera vez desde la fundación del Estado en el siglo XVIII que la Suprema declara que los expresidentes pueden estar protegidos de cargos criminales en cualquier instancia. La mayoría conservadora del tribunal incluye a tres jueces nombrados por Trump.
El tribunal resolvió el caso en el último día de su mandato. Trump, de 78 años, es el primer expresidente de Estados Unidos procesado penalmente, así como el primero condenado por un delito. Los cargos de subversión de Smith encarnan uno de los cuatro casos penales a los que se ha enfrentado Trump.
La campaña de Biden sostuvo en un comunicado que la «sentencia no cambia los hechos, así que seamos muy claros sobre lo que ocurrió el 6 de enero: Donald Trump se puso furioso tras perder las elecciones de 2020 y animó a una turba a revertir los resultados de unas elecciones libres y justas».
«Sabiduría equivocada»
La juez Sonia Sotomayor, acompañada por sus colegas liberales Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson, pronunció un agudo disenso, diciendo que el fallo «se burla del principio, fundacional de nuestra Constitución y sistema de Gobierno, de que ningún hombre está por encima de la ley».
Sotomayor añadió que «basándose en poco más que su propia sabiduría equivocada sobre la necesidad de una acción audaz y sin vacilaciones por parte del presidente, el tribunal otorga al expresidente Trump toda la inmunidad que pidió y más». Asimismo, indicó que el fallo «remodela la institución de la presidencia«.
Estaba previsto que el juicio a Trump comenzara el 4 de marzo, antes de los retrasos por la cuestión de la inmunidad. Ahora no hay fecha para el juicio. Trump presentó su demanda de inmunidad ante el juez en octubre, lo que significa que la cuestión ha estado en litigio durante unos nueve meses.
Un fiscal especial acusó, en agosto de 2023, a Trump de conspirar para cometer fraude en Estados Unidos, obstruir corruptamente un procedimiento oficial y conspirar para hacerlo, además de conspirar contra el derecho de los estadounidenses a votar. Se ha declarado inocente.
El exmandatario argumentó que es inmune a la acusación porque estaba ejerciendo como presidente cuando llevó a cabo las acciones que condujeron a los cargos. El 25 de abril, durante los alegatos, el abogado de Trump dijo que, sin inmunidad, los presidentes en ejercicio se enfrentarían al «chantaje y la extorsión» de sus rivales políticos ante la amenaza de ser procesados en el futuro.