Las protestas por la muerte de una mujer detenida por la policía moral deja tres muertos

La muerte de Mahsa Amini la semana pasada provocó manifestaciones a lo largo del país, incluyendo en la capital, Teherán, donde cientos de personas tomaron las calles para protestar contra el Gobierno y se enfrentaron con la policía.

Las protestas por la muerte de una mujer detenida por la policía moral deja tres muertos

La máxima funcionaria de la ONU para los derechos humanos pidió hoy una investigación independiente sobre la muerte de una mujer iraní detenida por la policía moral de Irán, mientras que autoridades del país anunciaron el deceso de tres personas y arrestos durante fuertes protestas desatadas por el hecho.

La muerte de Mahsa Amini la semana pasada provocó manifestaciones a lo largo del país, incluyendo en la capital, Teherán, donde cientos de personas tomaron las calles para protestar contra el Gobierno y se enfrentaron con la policía.

Hoy, el gobernador de Kurdistán, Ismail Zarei Koosha, habló de tres muertes «sospechosas» durante las manifestaciones, y de «complot fomentado por el enemigo», al asegurar que una de las víctimas falleció por un tipo de arma distinto al usado por las fuerzas de seguridad iraníes, informaron la agencia de noticias iraní Fars y AFP.

Por su parte, la oficina del Alto Comisionado de la ONU dijo que la rama de la policía iraní encargada de hacer cumplir las normas morales del régimen religioso por el que se gobierna Irán ha expandido sus patrullas por todo el país y el acoso de las mujeres que no usan en público la vestimenta musulmana.

Agregó que videos subidos a Internet muestran a mujeres siendo abofeteadas, golpeadas con bastones y arrojadas dentro de vehículos policiales por llevar mal puesto un velo que cubre la cabeza y el pecho, llamado hiyab, y que es obligatorio desde la revolución islámica de 1979, que puso fin al régimen del Sah.

Una de esas patrullas detuvo hace una semana a Amini, de 22 años, y la llevó a una comisaría donde perdió la consciencia. La joven murió tres días después en un hospital al que llegó en coma.

La policía niega haberla maltratado y dice que murió de un ataque cardíaco, y autoridades dijeron que se abrió una investigación.

«La trágica muerte de Mahsa Amini y las denuncias de tortura y malos tratos deben ser investigadas de manera rápida, imparcial y eficaz por una autoridad competente independiente que vele por que su familia tenga acceso a la justicia y a la verdad», dijo la Alta Comisionada interina para los Derechos Humanos de la ONU, Nada Al-Nashif.

El Gobierno iraní no hizo comentarios inmediatos sobre las declaraciones de la ONU, pero previamente había criticado la tarea de investigadores que evaluaron las cuestiones relativas a los derechos humanos en Irán.

El caso de Mahsa Amini

Ante la cólera provocada por la muerte de la joven, el representante del ayatollah Ali Jamenei en el Kurdistán aseguró a la familia de Amini que «se tomarán medidas», según la agencia local Tasnim, mientras que el diputado Jalal Rashidi Koochi criticó a la policía moral que «no obtiene ningún resultado, excepto causar daños al país».

En tanto, el propio presidente del Parlamento, Mohammad Bagher Ghalibaf, afirmó que «para evitar la repetición de tales casos», como el de la joven fallecida, «los métodos utilizados por estas patrullas deberían ser revisados».

La semana pasada, la policía iraní hizo públicos videos tomados por el circuito cerrado de cámaras de la comisaría que, según dice, muestran el momento en que Amini pierde la consciencia. En respuesta, su familia dijo que la joven no tenía antecedentes de problemas del corazón.

Amjad Amini, su padre, dijo a un portal de noticias iraní que testigos dicen haber visto que la policía la arrojó dentro de un patrullero.

«Pedí tener acceso a los videos tomados por las cámaras que hay adentro del auto y en la comisaría, pero no tuve respuesta», dijo.

El hombre acusó a la policía de no haber llevado a un hospital lo suficientemente rápido, y dijo que podría haber sido reavivada. Agregó que cuando llegó al hospital, se le impidió acercase a ella, pero que pudo ver moretones en uno de sus pies.

Autoridades lo presionaron luego para que la enterrara de noche, al parecer para reducir la posibilidad de que hubiera protestas, pero Amini dijo que la familia las convenció de hacerlo a las 8 de la mañana.

Amini, que era kurda, fue enterrada el sábado pasado en la ciudad en que vivía, Saqez, en el oeste de Irán. Luego de sus funerales estallaron protestas que la policía reprimió con gases lacrimógenos el sábado y el domingo.

Las protestas se extendieron luego a Teherán y otras ciudades.

Un portal de noticias asociado a la TV estatal de Irán dijo hoy que 22 personas fueron detenidas en una protesta en Rasht y ayer la ONG iraní de derechos humanos Hengaw dijo que cuatro personas habían muerto y 75 resultaron heridas por disparos de la policía.

El presidente iraní, Ebrahim Raisi, habló el domingo por teléfono con la familia y les trasladó sus condolencias y les prometió una investigación minuciosa para esclarecer lo ocurrido.

 

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