El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, trató de reforzar el apoyo estadounidense a la lucha de su país contra Hamás y otros grupos armados respaldados por Irán en un discurso pronunciado ayer en el Congreso, que provocó el boicot de algunos de los principales demócratas y atrajo a miles de manifestantes al Capitolio para condenar la guerra en Gaza.
“Estados Unidos e Israel deben permanecer unidos”, dijo Netanyahu, que llevaba un pin amarillo en solidaridad con los rehenes israelíes retenidos por Hamás. “Cuando permanecemos juntos ocurre algo realmente grande: nosotros ganamos, ellos pierden”. Luego, el premier dijo que Israel, Estados Unidos y el mundo árabe están amenazados por el “eje del terror” de Irán.
“Nuestro mundo está convulsionado. En Oriente Medio, el eje del terror de Irán se enfrenta a Estados Unidos, Israel y nuestros amigos árabes. Esto no es un choque de civilizaciones. Es un choque entre barbarie y civilización”, agregó.
Por otro lado, el israelí expresó su confianza en los esfuerzos realizados para conseguir la liberación de los rehenes secuestrados por Hamás. “Confío en que estos esfuerzos puedan tener éxito”, declaró. Por último, Netanyahu pidió más armas para acelerar la lucha contra Hamás: “Dennos las herramientas más rápido y terminaremos el trabajo más rápido”, expresó.
Durante su discurso, planteó para después de la guerra que exista una zona desmilitarizada en la Franja de Gaza que esté administrada por autoridades civiles palestinas, pero rodeada por un cerco de control militar israelí. y no hizo ninguna referencia a la formación de un Gobierno único para la Franja de Gaza y Cisjordania, ni a la creación de un Estado palestino independiente, que son los planes oficiales de Estados Unidos.
Cabe mencionar que más de una docena de demócratas decidieron no acudir al cuarto discurso, incluyendo la ex presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, que se reunió durante la jornada con los familiares de los rehenes.
Familiares de rehenes criticaron al premier
El Foro de las Familias de Rehenes de Israel criticó ayer el discurso del primer ministro, Benjamin Netanyahu, ante el Congreso de Estados Unidos, y lo acusaron de estar demorando la firma de un nuevo acuerdo con Hamás por una tregua que lleve, entre otras cosas, a su liberación.
“45 minutos de discurso y aplausos no borrarán un hecho triste: las palabras ‘¡trato ahora!’ no estuvieron presentes en el discurso del Primer Ministro. Tampoco se mencionó a los 116 rehenes que, una vez más, esta noche no volverán a casa”, repudió el grupo que, junto a decenas de personas, siguió la intervención a través de pantallas en la Plaza de los Secuestrados, en Tel Aviv, con la esperanza de escuchar una declaración de que “hay acuerdo”.
Las críticas también llegaron desde el espectro político, donde el líder de la oposición, Yair Lapid, escribió en sus redes sociales: “¡Qué vergüenza! Casi una hora hablando sin decir ‘habrá acuerdo sobre los secuestrados’”.