Frente al repunte de casos de covid-19 en Europa, Austria y Alemania impusieron medidas de restricción sanitaria para intentar paliar el nuevo impulso que la pandemia tomó en el continente.
El Gobierno austriaco aprobó este domingo el confinamiento obligatorio para los millones de ciudadanos que no están totalmente vacunadas contra el coronavirus. Tras debatir la cuestión con los gobernadores de las nueve provincias durante una llamada de video, la medida fue anunciada en rueda de prensa por el canciller Alexander Schallenberg y entrará en vigor este lunes.
Las restricciones de salida se limitan inicialmente a diez días. Aquellas personas sin vacunar solo podrán salir de su casa o apartamento por razones urgentes, como ir a comprar alimentos, ir al trabajo o visitar al médico. “No estamos tomando este paso a la ligera, pero, lamentablemente, es necesario”, dijo el político, que calificó la situación en el país de “muy tensa”.
Según los datos de este sábado, el total de positivos por coronavirus registrados en las últimas 24 horas en el país sumaron 13.152 y desde el inicio de la pandemia, se han registrado 11.687 muertes por covid-19.
El plan del Gobierno fue presentado por primera vez en septiembre y establecía que el confinamiento para las personas no vacunadas se impondría cuando estuvieran ocupadas 600 camas de cuidados intensivos. Aunque actualmente la ocupación es de 433 plazas, el Ejecutivo ha dado este paso para evitar un estrés excesivo en las clínicas y las UCI, debido al alto número de infecciones diarias.
El canciller destacó el riesgo que tienen las personas no vacunadas de contraer la enfermedad e hizo un llamado para aumentar la tasa de vacunación, que calificó de “vergonzosamente baja”. De los 9.000.000 de habitantes, se ha vacunado completamente el 65 %.
Por su parte, los partidos que negocian la futura coalición del gobierno alemán pactaron imponer una serie de restricciones a los no vacunados para enfrentar el repunte de contagios.
El acuerdo de los tres partidos -el Partido Socialdemócrata (SPD), Los Verdes y el Partido Liberal (FDP)- incluye medidas para la reducción de contactos y la exigencia de un certificado de vacunación o un test negativo para subirse a un medio de transporte público, según un documento citado por el servicio de noticias Deutsche Welle.
“La gente que se ha vacunado debe poder seguir participando en la vida pública. Por eso me parece una medida adecuada establecer restricciones de contactos para aquellos que no se han vacunado”, dijo el diputado verde, Oliver Krischner, en un programa televisivo local.
En Alemania la tasa de incidencia acumulada en una semana superó la barrera de los 300 casos por cada 100.000 habitantes. Mientras tanto, un 67,5% de la población recibió la pauta completa de la vacuna y un 70% al menos la primera dosis, lo que representa la cuota de vacunación más baja de Europa occidental.
Los tres partidos presentaron la pasada semana en el Bundestag (Parlamento) un proyecto de ley con diversas medidas que, sin embargo, según muchos críticos no eran suficientes para hacer frente a la situación actual.
Dicho proyecto, en trámite legislativo, incluye el retorno a los test de coronavirus gratuitos, introduce la obligación de estar vacunado o tener un test negativo diario en los lugares de trabajo y mantiene abiertas las posibilidades de que los Gobiernos regionales tomen otras medidas.
Las cifras de coronavirus siguen al alza en el país europeo y la incidencia semanal, según los últimos datos del Instituto Rober Koch (RKI) de virología. La incidencia semanal se situó en 303 contagios por 100.000 habitantes frente a los 289 del día anterior y los 201,1 de hace una semana, cuando hace un mes esa incidencia era de 68,7.
En total hubo 23.607 nuevos contagios de coronavirus reportados en las últimas 24 horas frente a los 15.513 de hace una semana. El máximo histórico se registró el jueves pasado con 50.196 nuevos contagios. En las últimas 24 horas se registraron 43 muertes por coronavirus frente a 33 de hace una semana.
El repunte de la cifras hizo que surjan críticas a la decisión de no renovar la declaración de una situación epidémica de alcance nacional después del 25 de noviembre.