Con temperaturas cercanas a los 0°C, más del 70% de los ciudadanos de la capital ucraniana continuaba hasta ayer sin electricidad tras los potentes ataques rusos del miércoles que tuvieron como objetivo militar la infraestructura eléctrica.
En la víspera, las autoridades informaron que las tres centrales nucleares bajo control de Kiev fueron conectadas de nuevo a la red y que se esperaba que pronto volvieran a abastecer a los hogares. Las centrales fueron desconectadas por el sistema de protección automática.
Rusia negó la autoría de los bombardeos a la capital. “No se llevaron a cabo ataques contra Kiev. Todos los daños en la ciudad señalados por el régimen de Kiev son consecuencia de la caída de misiles de defensa aérea extranjeros y ucranianos, instalados en zonas residenciales de la capital ucraniana”, declaró el Kremlin.