El gobierno peruano decidió ayer extender a todo el país el estado de emergencia por 30 días en respuesta a las protestas en apoyo al ex presidente Pedro Castillo, que habilita la presencia militar en las calles para reprimirlas, informó el ministro de Defensa, Luis Otárola.
Durante este periodo, la Policía Nacional deberá encargarse de mantener el orden interno en el país en colaboración con las Fuerzas Armadas. Otárola sostuvo que se trata de una medida de respuesta “contundente y de autoridad” por parte de las autoridades ante las recientes protestas que se registran en varias regiones del país y que dejaron al menos ocho civiles muertos a causa del accionar presuntamente abusivo de las fuerzas de seguridad.
La actual mandataria, Dina Boluarte, ya había deslizado la posibilidad de ampliar el actual estado de emergencia vigente solo en Ica, Arequipa y Apurímac al resto del territorio.
Los enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes llevaron a la presidenta a declarar el estado de emergencia durante 60 días en las tres mencionadas regiones, epicentro de las protestas más virulentas en las que se confirmaron al menos seis civiles muertos.
Actualmente ya hay cuatro aeropuertos, los de Cusco, Puno, Arequipa y Apurímac, que fueron clausurados por las protestas. Y ayer el Ministerio de Cultura de Perú anunció el cierre temporal para los turistas de la ciudadela de Machu Picchu, uno de los principales atractivos del país.