El presidente ruso, Vladimir Putin, avanzó un paso más ayer en su desafío a Occidente, en medio de la guerra en Ucrania, al anunciar que su flota marítima sumará el nuevo misil de crucero hipersónico Zircon “en los próximos meses”, tras firmar un decreto que establece que el principal desafío de la doctrina naval rusa son las pretensiones de dominio de Estados Unidos en el océano mundial.
En plena ofensiva en Ucrania, Putin advirtió ayer que la flota rusa “es capaz de infligir una respuesta fulminante a todos aquellos que decidan atentar contra nuestra soberanía y libertad”, para lo cual el equipamiento militar “se mejora constantemente”, completó durante un desfile naval en San Petersburgo. El mandatario indicó así que su escudería marítima sumará, entre otros, los “misiles hipersónicos ultramodernos Zircon que no tienen ningún obstáculo” y precisó que “su entrega a las fuerzas armadas rusas empezará en los próximos meses”.
Con un alcance máximo de unos 1.000 kilómetros, los misiles de crucero Zircon pertenecen a una familia de nuevas armas desarrolladas por Rusia que Putin califica de “invencibles” y que se aprobaron por etapas desde octubre de 2020. Según el mandatario ruso, la fragata Amiral Gorchkov será el primer equipamiento militar que tendrá estos misiles. La zona de despliegue del buque se elegiría en función de “los intereses de seguridad de Rusia”, añadió. “La Patria es una noción sagrada para todos nosotros, y defenderla es un deber y el sentido de la vida para cada uno de nosotros”, enfatizó el líder del Kremlin.
El dato más importante, empero, es que el anuncio se efectuó en el contexto de un decreto firmado por Putin que establece una nueva Doctrina Naval para Rusia, que sitúa a Estados Unidos como su principal rival y establece ambiciones marítimas globales en zonas cruciales como el Ártico y el Mar Negro. “La política interior y exterior independiente de Rusia se enfrenta a las contramedidas de Estados Unidos y sus aliados, que pretenden preservar su dominio en el mundo, incluidos sus océanos”, sostiene la doctrina, que en sus 55 páginas diez “principales desafíos y amenazas a la seguridad nacional y el desarrollo sostenible” de Rusia en el ámbito marítimo.
El número uno es precisamente “el rumbo estratégico de Estados Unidos al dominio en el océano mundial y su influencia global sobre la evolución de procesos internacionales, particularmente aquellos relacionados con el uso de las vías de transporte y los recursos energéticos del océano”. La doctrina establece el objetivo de situar a Rusia como “gran potencia marítima” en todo el mundo.
Zelenski pide evacuar la zona del Donetsk
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, lanzó ayer un desesperado pedido a la población de su país al reclamar que evacué la región de Donetsk, zona del este que es epicentro de la ofensiva rusa y cuyas ciudades son constantemente bombardeadas por las fuerzas del Kremlin.
“Se tomó una decisión gubernamental sobre la evacuación obligatoria de la región de Donetsk”, declaró el mandatario ucraniano en su alocución diaria, donde llegó a clamar: “Por favor, evacúen”, con el argumento de que en esta fase de la guerra la principal arma de Rusia es el “terror”.
“La decisión de marcharse debe tomarse en algún momento. Cuanta más gente abandone ahora la región de Donetsk, menos personas matará el ejército ruso”, advirtió Zelenski, que también explicó que las autoridades se están encargando de la logística y las operaciones de apoyo “de la A a la Z”. “Nosotros les ayudaremos. No somos Rusia. Haremos todo lo posible para salvar el máximo número de vidas humanas y limitar al máximo el terror ruso”, aseguró el mandatario.
Rusia le cortó el envío de gas a Letonia
Rusia suspendió definitivamente ayer el envío de gas a Letonia, en el marco de su disputa de sanciones con Europa por la invasión a Ucrania.
El gigante estatal ruso Gazprom anunció que detuvo el suministro del combustible hacia Letonia “por la violación de las condiciones de despacho del gas”, según un mensaje de la empresa en Telegram.
El día previo, la firma letona Latvijas Gaze -uno de los mayores distribuidores del gas natural en el Báltico-, anunció que había reanudado las compras de ese hidrocarburo en Rusia, pero a un proveedor diferente y con pagos hechos en euros y no en rublos.
El presidente ruso, Vladimir Putin, exigió a finales de marzo que los “países hostiles” paguen por el gas en rublos, bajo el argumento que las sanciones occidentales congelaron los activos rusos en divisas extranjeras, en una decisión que la Unión Europea (UE) denunció como “chantaje”.
Gazprom ya había reducido la semana pasada su suministro de gas a Europa a través del gasoducto Nord Stream, alegando labores de mantenimiento en una turbina.
Sanciones por interferencias en los comicios de EE.UU.
Estados Unidos anunció ayer nuevas sanciones contra individuos y entidades rusas a los que acusa de financiar y montar campañas de desinformación con el objetivo de interferir en las elecciones estadounidenses, por lo que se les bloquearon sus bienes y participaciones en el país.
El Departamento del Tesoro afirmó que personas y organizaciones rusas recaudaron fondos y difundieron información falsa para influir en el proceso electoral estadounidense, y que los servicios de inteligencia rusos aprovecharon esa tarea para “crear o aumentar las divisiones en el país”.
Uno de los sancionados, sobre el que pesan cargos penales, está vinculado a una organización que ya fue penalizada por haber intentado influir en las elecciones presidenciales de 2016, que llevaron a Donald Trump a la Casa Blanca. “El Kremlin ha tratado repetidamente de amenazar y socavar nuestros procesos e instituciones democráticas”, afirmó Brian E. Nelson, subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera.