Los presidentes ruso y chino, Vladimir Putin y Xi Jinping, arremetieron ayer contra Estados Unidos y Europa por las sanciones a Rusia por la invasión de Ucrania y por la expansión de la OTAN hacia el este de Europa, que según ellos propició el conflicto, en los discursos previos a la cumbre del bloque de los Brics, que integran junto a Brasil, India y Sudáfrica.
Al intervenir ante el foro empresarial del bloque en Moscú, a dos días de la cumbre, Putin llamó a reforzar los vínculos entre las cuatro naciones ante las sanciones occidentales sin precedentes contra su economía, al punto que anunció que trabajan en la creación de una moneda para los intercambios internacionales alternativa al dólar.
“Los empresarios de nuestros países están obligados a desarrollar sus actividades en condiciones difíciles ya que los socios occidentales omiten los principios de base de la economía del mercado, del comercio libre”, dijo Putin, que denunció “la aplicación permanente de nuevas sanciones con motivos políticos” que contradicen “el buen sentido y la lógica económica elemental”.
En este contexto, Rusia está “reorientando de forma activa sus flujos comerciales y sus contactos económicos exteriores hacia socios internacionales de confianza, sobre todo a los países del Brics”, subrayó Putin, quien anunció que quiere elaborar con sus socios “mecanismos alternativos de transferencias internacionales” y una “divisa internacional de reserva” para reducir la dependencia del dólar y el euro.
Se trata de una aspiración de larga data del Brics que ahora parece haberse vuelto más viable con la guerra en Ucrania. Por su parte, el presidente Xi dijo que la crisis de Ucrania es “una llamada de atención” y advirtió contra “la expansión de las alianzas militares y la búsqueda de la propia seguridad a expensas de la seguridad de otros países”, en alusión a la OTAN.