Las autoridades rusas acusaron ayer a Ucrania de intentar atacar el Kremlin para asesinar al presidente, Vladimir Putin, con dos drones. En esa línea, el Kremlin calificó el supuesto intento de ataque de “acto terrorista” y dijo que el Ejército ruso y las fuerzas de seguridad habían inutilizado los drones antes de que pudieran atacar. No se reportaron daños ni víctimas, indicaron las autoridades, que no dieron más detalles.
“Dos drones dirigidos al Kremlin fueron desactivados gracias a la utilización de sistemas de radar”, aseguró la presidencia rusa. “Vemos estas acciones como un intento de acto terrorista y un atentado contra la vida del presidente ruso”, añadió. El gobierno señaló además que Putin estaba a salvo y seguía trabajando sin cambios en su agenda.
El vocero presidencial, Dimitri Peskov, dijo que Putin no estaba en el Kremlin en el momento del ataque de los drones ucranianos, dado que estaba trabajando en su residencia cerca de Moscú en Novo-Ogaryovo.
Por su parte, el ex presidente ruso Dimitri Medvedev abogó por la “eliminación física” del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski en represalia por el presunto atentado fallido contra el Kremlin. ”Después del atentado terrorista de hoy, no hay otra opción que la eliminación física de Zelenski y de su camarilla”, escribió en Telegram el ex mandatario.
Por su parte, Ucrania negó cualquier implicación en un presunto ataque con drones contra el Kremlin para asesinar a Putin, y advirtió que es Moscú quien “está preparando un ataque terrorista a gran escala”, dando a entender que la denuncia del presunto intento de magnicidio contra el mandatario serviría para justificar futuras medidas en la guerra. “No atacamos ni a Putin ni a Moscú. Nosotros peleamos en nuestro territorio. Estamos defendiendo nuestros pueblos y ciudades”, dijo Zelenski en una conferencia de prensa en Helsinki, la capital de Finlandia