Funcionarios de Rusia y Ucrania se reunieron ayer en la tercera jornada de conversaciones relativas a la invasión rusa y dejaron trascender algunos de los 15 puntos de negociación sobre un posible acuerdo de paz.
Por parte de Ucrania, las autoridades exigieron el alto el fuego, la retirada de las tropas rusas de todo el territorio conquistado desde el 24 de febrero -día en el que inició la invasión rusa- y el otorgamiento de garantías de seguridad para su país. Por su parte, los rusos solicitaron que el Estado ucraniano desista de ingresar a la OTAN y de albergar bases militares extranjeras, para pasar a mantener un estatus de neutralidad, como las vecinas Austria y Suecia, según manifestó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
No obstante, horas después, el jefe negociador de Ucrania, Mijail Podoliak, negó que su país vaya a adoptar el modelo de esos países y dijo que necesitan aliados y “garantías de seguridad claramente definidas”. Rusia, también habría solicitado el reconocimiento de su anexión a Crimea realizada en 2014 y de la independencia de las dos provincias separatistas en la región oriental de Donbás –reconocidas por el Estado ruso-. Finalmente, también se le pediría a Ucrania el respeto al derecho del idioma ruso en Ucrania, donde el ucraniano es el único idioma oficial, pese a que en su territorio habitan rusoparlantes.
Más allá de los cruces, las partes se mostraron optimistas. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, consideró que las exigencias de Rusia en las conversaciones se estaban volviendo “más realistas”. Mientras que el canciller ruso, Serguei Lavrov, dijo que en las negociaciones empezaba a surgir un “espíritu profesional” que “genera esperanzas de que podamos llegar a un acuerdo sobre estas cuestiones”. Sin embargo, casi en paralelo, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, volvía a hablar públicamente caracterizando de exitosas las operaciones militares y argumentó la invasión a Ucrania porque su Ejército preparaba “una limpieza étnica” en zonas rusoparlantes.
El ataque a Odesa y la influencia rusa sobre el mar Negro
El avance táctico de Rusia sobre las costas del mar negro se recrudece mientas continúa el asedio sobre Kiev. Buques de guerra rusos dispararon contra la región de Odesa, “la joya del Mar Negro”, entre la noche del martes y la madrugada de ayer, informó ayer el Gobierno de Ucrania.
Las fuerzas rusas “dispararon una gran cantidad de municiones desde una larga distancia” hacia la costa de Odesa aunque no hubo intentos de desembarque, señaló Anton Gerashchenko, asesor del ministro del Interior de Ucrania.
Como el Ejército ucraniano no cuenta con embarcaciones de guerra ha mantenido solo la guardia en tierra. La importancia de Odesa radica en su salida al mar Negro y su cercanía con Transnistria, una entidad separatista prorrusa al este del territorio de la República de Moldavia.
En caso de ser capturada Odesa, le permitiría a Rusia generar un “puente terrestre” desde su territorio y el este de Moldavia, dejando encerrada al resto de Ucrania. Este “puente” también incluiría a Mariúpol, la ciudad costera al oeste de Ucrania que hace semanas es asediada por Rusia y que ayer sufrió un bombardeo sobre su teatro, que era usado como refugio para “cientos” de personas, aseguraron autoridades ucranianas. Además, Rusia continúo con sus ataques de misiles sobre Kiev y mantuvo su avance sobre las localidades que la rodean.
Tras el discurso de Zelenski, Biden le envía más armas
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó a su par ruso, Vladimir Putin como un “criminal de guerra” y anunció un nuevo paquete de US$ 800 millones en asistencia de seguridad y el envío de armamento aéreo para Ucrania, el mismo día que el mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski , dio un discurso ante el Congreso estadounidense.
“Creo que es un criminal de guerra”, le respondió Biden a una periodista que lo interrogó sobre Putin, a la vez que señaló que las maniobras militares rusas están provocando muertes civiles. Respecto a los anuncios, los US$ 800 millones serán destinados al Ministerio de Defensa al Ejército de Ucrania que también recibirá cien sistemas aéreos tácticos no tripulados, 5.000 rifles, 400 ametralladoras y ocho radares, entre otros elementos.
Los anuncios fueron hechos tras la intervención de Zelenski en el Congreso estadounidense, donde recordó el atentado del 11 de septiembre de 2001, sobre las Torres Gemelas. “Nuestro país vive un 11 de septiembre desde hace tres semanas”, sentenció el mandatario, quien también reiteró su solicitud respecto a un área de exclusión sobre los cielos ucranianos, consideró a Rusia como un Estado “terrorista” y le pidió a EE.UU. más ayuda. “Ucrania está agradecida con EE.UU., pero les pido que hagan más para detener la maquinaria de guerra de Rusia”, dijo Zelenski.