Sube la tensión en el Congreso chileno a días del plebiscito

Un diputado de ultraderecha agredió físicamente al vicepresidente de la Cámara

Sube la tensión en el Congreso chileno a días del plebiscito

De la Carrera (sin barbijo) es un férreo opositor al “Apruebo” de la Constitución.

A medida que se acerca la fecha de votación por la aprobación o el rechazo de la nueva Constitución chilena, las diferencias entre partidarios y opositores se intensifican en su nivel de confrontación. El país vecino atraviesa días claves en la previa al plebiscito del próximo domingo, día en el cual más de 15 millones de electores definirán la continuidad de la Carta Magna heredada de la dictadura de Augusto Pinochet o el proyecto impulsado por el actual presidente, Gabriel Boric.

En lo que va de la semana, las confrontaciones sucedieron tanto en espacios públicos como en los poderes del Estado. El martes un diputado de la ultraderecha le dio un puñetazo en el ojo al vicepresidente de la Cámara de Diputados, Alexis Sepúlveda, del Partido Radical de centroizquierda. El agresor es Gonzalo de la Carrera, independiente de extrema derecha. La pelea sucedió dentro del recinto y generó el inmediato repudio por parte de los congresistas. “Vi a una colega que estaba siendo agredida (la ministra del Interior, Izkia Siches, verbalmente por De la Carrera), encontré que eso no correspondía y le pedí a este diputado que no fuera tan agresivo, a lo cual reaccionó de manera violenta”, relató Sepúlveda.

El vicepresidente de la Cámara Baja detalló ante la prensa que recibió “un golpe de puño y algunas patadas”. “Me agarró a pechazos, yo me defendí”, dijo a su vez De la Carrera, quien de todos modos admitió que agredió a Sepúlveda.

El incidente en el Congreso se produjo después de un fin de semana cargado de enfrentamientos entre la ciudadanía, con piedras y látigos entre partidarios y detractores de la nueva Constitución, en la capital.

Puntos claves para entender la propuesta de la nueva Carta Magna

La nueva Constitución fue elaborada por una Convención Constitucional el año pasado y es la única en el mundo redactada equitativamente por hombres y mujeres. Es impulsada por el Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad (Partido Comunista y Frente Amplio), y rechazada por los conservadores.

Entre sus puntos principales destaca considerar a Chile una “democracia paritaria” donde las mujeres ocupen al menos el 50% de todos los órganos del Estado para “alcanzar la igualdad sustantiva y la paridad”. La Constitución en ejercicio no menciona a los pueblos originarios ni indígenas.

La nueva plantea un “Estado plurinacional e intercultural”, reconociendo 11 pueblos aborígenes, más la defensa de la identidad y de la educación en su propia lengua. Reconoce sus sistemas jurídicos, con respeto por la Constitución y los tratados internacionales.

La Constitución vigente protege en forma explícita “la vida del que está por nacer”, aunque desde 2017 el aborto es legal por tres causales. Ahora se busca “asegurar condiciones para embarazo, interrupción voluntaria del embarazo, parto y maternidad voluntarios y protegidos”. También reconoce la educación, vivienda, salud, pensiones y trabajo como un “deber del Estado”, cambiando el paradigma chileno que propició el estallido en el 2019. Además, propone al agua como un “derecho humano y bien común inapropiado que el Estado debe preservar”, muy distinto a la actual situación que lo considera una “propiedad”. Propone eliminar el Senado y crear dos Cámaras de poder “asimétrico”: un Congreso de Diputados y Diputadas para la formación de leyes ,y una Cámara de las Regiones para leyes regionales.

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