El presidente ruso, Vladimir Putin, firmó un decreto que dispone la apropiación formal por parte de Rusia de la central nuclear de Zaporiyia, ocupada por sus fuerzas desde marzo pasado –pero operada hasta ayer por personal ucraniano-, luego de anexionar los territorios de cuatro provincias de ucranianas ocupados por sus tropas.
Se trata de otra movida riesgosa del líder ruso que tensiona aún más la relación con las potencias occidentales, puesto que la central situada en Zaporiyia es la mayor de Europa y está en uno de los puntos más candentes de la guerra: se ubica cerca de la línea que separa a los territorios controlados por Kiev de los ocupados por Moscú.
“El gobierno (ruso) deberá velar porque las instalaciones nucleares de la central (…) sean integradas como propiedad federal”, sostiene el decreto firmado por Putin. Luego, el operador nuclear ucraniano Energoatom aseveró que la decisión muestra “la agonía del mundo imaginario loco del país agresor”. Más temprano, el asesor del director del operador nuclear ruso Rosenergoatom, Renat Karchaa, indicó que “se ha creado una organización operativa (…): la Federación Rusa será la propietaria del complejo en todo lo relacionado con la central nuclear”.
El decreto de Putin se dicta justo antes del viaje del director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, a Kiev y a Moscú para continuar las negociaciones para acordar una zona de seguridad en torno a la central nuclear, amenazada por la guerra, algo que ahora se complica mucho más.
“De camino a Kiev para unas reuniones importantes. La necesidad de una zona de protección en torno a la central es más urgente que nunca”, tuiteó el alto funcionario de la agencia de la ONU. Grossi reclama que se establezca un perímetro de seguridad en torno a la planta que Ucrania y Rusia se comprometan a “no atacar ni bombardear”; luego de que se registraran bombardeos en la zona desde hace varios meses. Los ataques hacen temer la posibilidad de una catástrofe nuclear similar a la que ocurrió en Chernóbil en 1986. Desde Viena, el delegado ruso ante organismos internacionales, Mikjail Ulianov, dijo que su país comparte estos objetivos: “La cuestión es cómo llevarlos a cabo”, indicó y aclaró que “Grossi tiene ideas concretas, que serán discutidas en Kiev y la semana próxima en Rusia”.
Por lo demás, Putin firmó ayer la ley de anexión de las cuatro provincias ucranianas ocupadas por sus tropas, aunque ahora debe enfrentar el avance de la contraofensiva ucraniana para retomar territorio perdido en la citada Zaporiyia y Jerson (al sur) y en las orientales Donetsk y Lugansk. “Ciertos territorios serán recuperados, y seguiremos consultando a sus residentes quién quiere abrazarse a Rusia”, advirtió Dmitri Peskov, vocero de Putin, sin dar precisiones sobre a qué partes de Ucrania se refería.
Ucrania recupera terreno
Luego de obtener una serie de victorias sorpresivas en el noreste y el sureste, Ucrania ahora se encuentra en la puerta de entrada a la región oriental de Donbas y tiene su mejor oportunidad para desalojar a las fuerzas rusas que expandieron su control sobre el área después de un brutal combate este verano.
El avance es tal que las fuerzas ucranianas estarían cerca de invadir la estratégica Lysychansk, que hace solo tres meses cayó ante los rusos en un revés desmoralizador para Kiev, algo que demuestra el éxito de la contraofensiva lanzada en la región nororiental de Járkov.
“El movimiento ofensivo de nuestro Ejército y todos nuestros defensores continuó”, dijo el presidente Volodymyr Zelensky en un discurso donde aseguró que se habían recuperado 450 asentamientos en Járkov. “Ahora es oficial. Comenzó la desocupación de la región de Luhansk. Varias localidades ya han sido liberadas del Ejército ruso”, agregó el gobernador ucraniano de la región sureña de Jerson, Serguéi Gaidai.
Rusia ofrece gas a Europa
Rusia afirmó ayer que está dispuesta a suministrar gas a Europa “en un corto plazo” a través de la línea no dañada del gasoducto Nord Stream 2.
“Un ramal fue dañado y hay que inspeccionarlo para decidir su futuro. El otro está terminado y listo. Pienso que en un plazo breve Rusia podría usar este segundo ramal para reanudar los suministros”, declaró el viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, al término de la reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP+) en Viena.
Para ello, Europa debe tomar “las decisiones jurídicas necesarias sobre su certificación y la supresión de restricciones” relativas al gasoducto, aplicadas tras el inicio de la invasión a Ucrania, agregó el funcionario.
Por otro lado, la OPEP y Rusia acordaron un enorme recorte en la producción de crudo de dos millones de barriles diarios para frenar la caída del precio del petróleo, equivale al 2% del consumo mundial diario, cuando Europa enfrenta un invierno con altos costos de energía.