El Ejército ruso continúa su avance demoledor en el este de Ucrania, su principal objetivo militar en estos casi cien días de guerra donde, como balance provisorio, ya logró controlar el 20% del país, según reconoció el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski; mientras que la OTAN alertó que Occidente se debe preparar para una “larga guerra de desgaste”.
“Hoy, alrededor del 20% de nuestro territorio está controlado por los ocupantes, es decir, cerca de 125.000 kilómetros cuadrados”, dijo el mandatario ucraniano ante el Parlamento de Luxemburgo, donde explicó que antes de la invasión, las fuerzas del Kremlin controlaban unos 43.000 kilómetros cuadrados de Ucrania. Ahora, el terreno dominado por Rusia se extiende a la quinta parte de Ucrania, algo que es “mucho mayor” que la superficie de Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo juntos, admitió Zelenski.
Desde el inicio de la guerra, hace 99 días, los rusos se hicieron con el control de algunas regiones del sur de Ucrania y avanzaron en el Donbass, donde ocuparon Mariupol, en el extremo sureste, y parte de la región de Jarkov, al norte del Donbass. Su objetivo es tomar las dos regiones del Donbass: Donetsk y Lugansk, donde los combates no ceden. “La situación más difícil es en la región de Lugansk, donde el enemigo intenta expulsar a nuestras tropas de sus posiciones”, dijo el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas, Valeri Zalujny.
En Severodonetsk, capital administrativa de la región, un “80% de la ciudad está ocupada” por las fuerzas rusas y hay combates en sus calles, ratificó ayer el gobernador de la región de Lugansk, Sergii Gaidai, quien graficó un avance respecto al miércoles, cuando había cifrado el territorio ocupado “en un 70%”. Aunque Lugansk concentra los combates, la otra región del Donbass, Donetsk, no se encuentra al margen de las hostilidades, especialmente Sloviansk, a unos 80 kilómetros al oeste de Severodonetsk. “El enemigo tiene una ventaja operativa en términos de artillería”, señaló el general Valeri Zalujny, repitiendo la necesidad de una “transición lo más rápida posible” de sus equipos hacia armas más avanzadas que pueda enviar la OTAN.
Sin embargo, el jefe de la Alianza, Jens Stoltenberg, aseguró ayer que “debemos prepararnos para el largo plazo (…) Porque lo que vemos es que esta guerra se ha convertido ahora en una guerra de desgaste”; luego de una reunión que mantuvo con el presidente estadounidense Joe Biden.
Lo cierto es que, en el día número 100 de la guerra –que se cumple hoy-, Rusia domina total o parcialmente cinco provincias de Ucrania: las dos del Donbass, la vecina y sureña Zaporiyia, Jerson -al oeste de Zaporiyia- y la oriental Jarkov, que también es fronteriza con el Donbass.
Moscú intenta cortar el suministro de armas a Kiev
Ucrania denunció que los rusos atacaron el túnel ferroviario Beskidi, en las montañas de los Cárpatos, en un aparente esfuerzo por cortar un enlace ferroviario clave e interrumpir los envíos de armas y combustible desde Europa.
Un misil ruso impactó contra las vías del tren en la región occidental de Lviv, al oeste de Ucrania, un conducto clave para el envío de armas occidentales y otros suministros para ayudar a Kiev en el marco de la invasión de Rusia.
El gobernador de la región, Maksim Kozytskii, dijo además que cinco personas resultaron heridas en el ataque. Sin embargo, el jefe de los ferrocarriles ucranianos dijo que el daño al ferrocarril aún se está evaluando, pero que el túnel quedó activo, aunque Anton Gerashchenko -asesor del Gobierno-, no descartó que pueda haber nuevos ataques en las próximas horas.
Moldavia prohibió la transmisión de noticieros rusos
El Parlamento de Moldavia aprobó ayer la prohibición definitiva de los noticieros rusos en el país, medida vigente desde la invasión rusa a Ucrania.
La ofensiva iniciada por Moscú el 24 de febrero reavivó la tensión con Moldavia, que aspira a ser miembro de la Unión Europea (UE) y tiene en su territorio una región separatista, Transnistria, apoyada por Rusia.
La transmisión de informativos rusos se prohibió después de la ofensiva en Ucrania, pero ahora el Parlamento aprobó la legislación para regularizarla definitivamente.
Según lo conocido, los canales de televisión moldavos solo podrán difundir programas de entretenimiento rusos. Además, la nueva legislación impondrá multas y otros castigos a quien “difunda desinformación”.