Los dilemas de Llaryora frente a la grieta y los escenarios de las legislativas 2025

El gobernador todavía no se decide con quién rivalizar abiertamente porque comparte electorado con los dos extremos de la grieta. En octubre LLA irá por una batalla que no solo le sume poder, sino que sea una sumisión de los oponentes. Rubén Daniele, herido en la negociación, apuesta a escalar el conflicto y provincializarlo.

Legislativas 2025

¿Hasta cuándo habrá sesiones especiales que le sirvan de tribuna a la oposición para exhibir los puntos de dolor de un oficialismo que se chocó con su propia estrategia en la Unicameral? se preguntaba un asesor con mucha experiencia que notó, al igual que varios legisladores, que la jugada del resto de los bloques sería un contragolpe. Los pedidos para repudiar la condena a Cristina Fernández y otro para destacarlo como un triunfo de las instituciones puso al cordobesismo en una encrucijada: pierde si se refiere a CFK y pierde si no lo hace.

Es que el PJ provincial insiste en pararse al medio de la grieta, pero no puede ignorar que comparte electorado con ambos extremos. Sabe que los votos que le faltaron al candidato K Federico Alessandri en 2023, son los que fueron para Llaryora en ese ajustado 3 por ciento de diferencia con Luis Juez. Y también que cualquier defensa de la ex presidenta le provocaría un desbande entre el voto anti kirchnerista que predomina en Córdoba como en ningún otro distrito del país.

Estrategias y rivales en el radar

Por ahora el gobernador Martín Llaryora no ha elegido con quien rivalizar abiertamente en las elecciones legislativas 2025. Si lo hace contra el presidente Javier Milei pierde contra el político que mejor mide en Córdoba. Si lo hace contra Rodrigo de Loredo -que ha elevado la temperatura de sus críticas a la gestión provincial- lo sube al ring y lo eleva de categoría.

Por el momento se concentra en la gestión de los conflictos sindicales que si no se despejan a tiempo pueden resultar un problema durante la campaña. Su mapa de arena, por ahora, sigue dibujando dos opciones, una con Juan Schiaretti como cabeza de lista, aunque todas las señales de que eso ocurra son débiles por no decir nulas. La otra es con el actual ministro de Gobierno Manuel Calvo, que goza de su confianza pero tiene casi 40 por ciento de desconocimiento según las encuestas que se leen en El Panal. Un obstáculo que ninguna campaña bien diseñada puede obviar.

La marca Hacemos por Córdoba podría ofrecer -con todo el aparato oficial a su favor- una cosecha de 20 puntos en un escenario normal, pero con un contexto tan polarizado el riesgo de que La Libertad Avanza duplique los sufragios expone al cordobesismo a una derrota de tintes humillantes.

Para que eso no ocurra algunos operadores del PJ suponen que Rodrigo de Loredo podría restarle votos a la lista de Milei por el lado del elector que comparte los logros del gobierno nacional pero que no comulga con los modos libertarios. Pero también le restaría votos a la escudería oficial una más que segura lista que lleve a Natalia de la Sota como candidata a renovar su banca de diputada. Los problemas electorales no dejan de acumularse para Llaryora.

El ajedrez de los libertarios

Luego de la elección en Ciudad de Buenos Aires se presentó un escenario que el oficialismo nacional con Karina Milei al frente quiere explotar al máximo: doblegar a sus rivales no solo en las urnas sino también en el plano de lo simbólico. Ya lo logró con el PRO a quién venció en su propio distrito, con Manuel Adorni superando holgadamente a la candidata de los Macri Silvia Lospenatto. Lo intentará en la Provincia de Buenos Aires en la elección legislativa de agosto, donde el objetivo es enfrentar al aparato del PJ bonaerense en su propio territorio.

Si llegara a vencer acudirá al resto de las provincias en las legislativas de octubre con el objetivo de ganar bancas en el Congreso, pero sobre todo irá por el premio mayor: ganar una batalla que no es sólo por el poder sino por la sumisión del oponente.

Por ahora los libertarios -con el diputado Gabriel Bornoroni a la cabeza- insisten en que el armado local será con candidatos puros. La estrategia tiene el apoyo de la hermana presidencial y de Martín Menem, el presidente de la Cámara Baja en el Congreso. Todo eso preanuncia un protagonismo elevado del presidente que planteará la elección como una validación a su gestión. Pero Llaryora, como experimentado político que es, sabe que anticiparse a la jugada es tan riesgoso como distraerse y no adelantarse a los distintos escenarios.

El Suoem provincializa su conflicto

Un abogado laboralista de larga trayectoria decía que un conflicto que no se atiende a tiempo escala lo suficiente como para extender el daño más allá de su ámbito. Haber sentado al gremio de Rubén Daniele en la Secretaría de Trabajo y que la negociación lo deje con las manos vacías es un error táctico que no resolverá la conciliación obligatoria.

En la encendida asamblea del jueves pasado en las escalinatas del Paseo Sobremonte el gremialista adelantó que irán a Río Cuarto, San Francisco y Bell Ville a llevar su apoyo al resto de los sindicatos municipales en conflicto. Así provincializará una pelea que encuentra a las entidades hermanas en luchas similares contra administraciones cortas de recursos. Muchos jefes comunales están pidiendo ayuda al Centro Cívico porque no están en condiciones de pagar los aguinaldos y, mucho menos, de otorgar aumentos salariales como piden los empleados.

Si la Provincia no interviene de manera efectiva, los intendentes de distinto signo estarán en iguales problemas y Rubén Daniele dejará de ser sólo un rompecabezas para Daniel Passerini.

 

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