El gobierno libertario de Javier Milei se ha pasado las últimas semanas apagando incendios financieros y políticos para llegar a las elecciones de medio término del 26 de octubre sin corridas cambiarias explosivas y con las listas más o menos enteras luego del escándalo de José Luis Espert. Para lo primero apeló a usar los fondos del Tesoro para contener al dólar, luego a las retenciones 0 y ahora a Estados Unidos que compró pesos en el mercado local y promete un swap esta semana. Para lo segundo necesitó de la Cámara Nacional Electoral para que Diego Santilli encabece la lista de diputados en el distrito que concentra el 40 por ciento de los votos.
Las urgencias libertarias concentran decisiones que buscan calmar a los mercados pero poco o nada le dicen a las familias con su economía quebrada o al límite o a los comerciantes o pymes que otro mes más registran caídas del consumo 9 puntos por debajo de la medición interanual según datos del Centro de Almaceneros. A eso se suma en el mismo informe el alza de la inflación que registra 2,43 por ciento de inflación en el mes de septiembre que se recalentó al ritmo de los sobresaltos de la moneda norteamericana.
Del Tesoro a la Casa Blanca: las últimas cartas del Gobierno
La iniciativa gubernamental en torno al control de la economía parece delegada en Scott Bessent, Secretario del Tesoro que anuncia en entrevistas con medios estadounidenses el alcance de las decisiones y defiende que lo hacen para expulsar a China de esta región del mundo. Los dichos motivaron una nota de la Embajada en Argentina repudiando las expresiones y colocando al principal socio comercial de las empresas locales a la defensiva. La soja, el principal producto exportable del país se vende a China y no sería una buena idea chocar con quién compra nuestros productos.
Al margen de ello se advierte una notoria falta de genio estratégico geopolítico pero también fronteras adentro: Estados Unidos no es una nación que genere sentimientos positivos entre los argentinos. Desde hace décadas Argentina es el país más antinorteamericano de Sudamérica y, según la consultora Zubán Córdoba, el 60 por ciento tiene una imagen negativa de Trump y sus ideas políticas.
Las usinas libertarias seguramente no ignoran estos datos pero conocen bien a su electorado y estarían buscando consolidar su núcleo duro antes que cosechar adhesiones del resto. Tal vez, es una hipótesis que revelan algunos consultores, comienzan a advertir una perforación de los pisos que les garantizaban a LLA performances en torno al 30 por ciento como mínimo. A eso hay que sumar que Javier Milei ya no cuenta con el supercombustible de la bronca y la ira que invadió a los ciudadanos a fines del 2023.
El cordobesismo saca a la calle toda su estructura
En Córdoba lo que veremos en los próximos días será una batalla por los votos casa por casa en los barrios de la Capital. Juan Schiaretti y el resto de las figuras del cordobesismo bajarán en cada una de las seccionales empezando mañana por la 14° y más tarde en la 13° de donde es oriundo el ex gobernador. El miércoles los actos se repetirán para la 4°, 5° y 12° donde la convocatoria se nutre del insumo fundamental de los Centros Vecinales con padrones actualizados por las recientes elecciones.
“La territorialidad copó la campaña y se camina las calles, casa por casa como si fuera una elección de gobernador o intendente” dice un militante de la populosa décima donde el peronismo gana con comodidad. Sin embargo en buena parte de esas secciones Milei ganó en la primera vuelta de octubre del ‘23 y arrasó en el balotaje y el comando no quiere dejar nada librado al azar.
Otro punto para las recorridas es bloquear a Natalia de la Sota a quién la mayoría de las encuestas ubican consolidada en torno al 12 por ciento, lo que le alcanzaría para renovar su banca y la dejaría cerca de un segundo escaño para el ex rector de la Universidad de Río Cuarto Marcelo Ruíz. “Están tan preocupados que nos hicieron un movimiento de pinzas y nos quitaron el apoyo de los Camioneros pero el resto de la CGT se quedó con nosotros” dicen quienes trabajan con la hija del ex gobernador. Otro colaborador de campaña matiza que “los gremios no son determinantes a la hora de encauzar el voto porque ahora la gente se siente menos comprometida. Nosotros creemos que nos acompañarán porque Natalia expresa mejor el voto peronista” dice confiado.