La gestión de la diversidad en las Pymes

Por Valeria Peninger, especialista en la gestión de personas y la diversidad en organizaciones, parte del equipo de Grow-género y trabajo

La gestión de la diversidad en las Pymes

En las organizaciones encontramos equipos conformados por personas con diferentes características físicas y sociales (género, etnia, nivel socioeconómico, edad, orientación sexual, religión, formación…) que tienen pensamientos, experiencias y formas de mirar la vida distintas: ya existe la diversidad, sólo hay que ponerla en valor.

Las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) tienen un rol primordial en la construcción de sociedades más equitativas. En Argentina, las PyMEs representan el 99,4% del total de empresas y emplean al 64% de las personas asalariadas registradas (Ministerio de Economía de la Nación, 2023). Por el gran impacto que tienen en nuestra sociedad, es muy valioso que estas organizaciones comiencen a trabajar en una agenda de diversidad, equidad e inclusión (DEI) ya que puede brindar importantes beneficios para el bienestar de los/as empleados/as y de las empresas en su conjunto, así como una mayor sustentabilidad al negocio. Las organizaciones pequeñas y medianas que apuestan por la diversidad ganan.

¿Qué hay que hacer y cuáles son las herramientas para esta transformación? Los estudios de McKinsey & Company, que investigan los argumentos empresariales a favor de la diversidad, demuestran que las empresas que ponen en práctica una cultura y políticas inclusivas mejoran la rentabilidad, la productividad y la reputación, así como la capacidad de atraer y retener talento, y aumentan la creatividad e innovación.

Por dónde empezar

El primer paso consiste en tener la disposición a iniciar un proceso de transformación. Es importante contar con liderazgos activos que siembren la semilla de la diversidad y sostengan la iniciativa, lo cual impulsará el compromiso de todas las personas que integran la organización. Este compromiso debe ser visible y constante, mostrando que la diversidad es una estrategia de crecimiento a largo plazo.

La importancia del diagnóstico

Un punto clave a la hora de impulsar una agenda DEI es el diagnóstico. Contar con una “foto” de la organización permite generar una línea de base sobre la cual trabajar, identificando fortalezas y oportunidades de mejora. Este no tiene por qué ser un proceso largo y costoso, ya que existen herramientas sencillas y prácticas que facilitan el acercamiento a esta agenda. Mostrar la foto del clima y la diversidad potencia la ejecución de acciones específicas y de alto impacto.

Este diagnóstico inicial debe abarcar no sólo la composición demográfica de la empresa, sino también la percepción de las personas que trabajan en la misma, sobre la cultura organizacional y las oportunidades de desarrollo profesional.

Inversión en formación y sensibilización

Otro foco importante es la inversión en sensibilización y formación en la temática de género y diversidad para liderazgos y todas aquellas personas que gestionan equipos. También es relevante trabajar sobre los ejes de comunicación inclusiva y abrir espacios de sensibilización y formación para la prevención y atención a situaciones de discriminación, violencia y acoso laboral, promoviendo la reflexión colectiva.

La formación debe ser continua y adaptarse a los cambios y desafíos que vayan surgiendo, para acompañar la construcción de una cultura de cambio.

La importancia de un plan de acción consciente

Resaltamos también la importancia de acompañar el diagnóstico y sensibilización, con un plan de acción robusto en gestión de la diversidad, alineado a las prioridades estratégicas, que contemple la formación y manejo de situaciones de violencia, guíe la comunicación y la incorporación y retención de las personas en la organización.

Conocer aspectos relacionados a la agenda, nuevos términos, entender cómo impactan las decisiones de líderes en la carrera de mujeres, por ejemplo, le da luz a nuevas miradas y nos hace cuestionar los comportamientos que delinean la cultura laboral en nuestra organización. Repensar estos comportamientos es un paso clave para construir espacios de trabajo más equitativos y libres de violencias.

Beneficios a largo plazo

La adopción de una agenda de diversidad, equidad e inclusión en las PyMEs es una estrategia fundamentada e inteligente para el crecimiento y la sostenibilidad empresarial en un mundo en constante cambio.

La diversidad no sólo aporta a la construcción de una sociedad más justa, en la que todas las personas tengan la oportunidad de alcanzar un pleno desarrollo en sus trayectorias laborales, sino que también enriquece la capacidad de la empresa para innovar y adaptarse a los cambios del mercado. La diversidad de perspectivas y experiencias contribuye a una mayor creatividad y a la generación de soluciones más efectivas y variadas a los desafíos empresariales.

La disposición a cambiar, el diagnóstico preciso, la inversión en formación y sensibilización, y la implementación de prácticas más inclusivas son pasos cruciales en este proceso.

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