El candidato a presidente del Frente de Todos (FDT), Alberto Fernández, cruzó en las últimas horas al jefe de Estado brasileño Jair Bolsonaro, quien, ante el desenlace de las elecciones primarias, vaticinó un éxodo de argentinos al país vecino. “No queremos hermanos argentinos huyendo para acá”, había asegurado Bolsonaro respecto de las posibilidades electorales del ex jefe de Gabinete.
Tras las declaraciones, el postulante del FDT dijo que Bolsonaro es un “misógino, racista y violento”. No sólo el frente exterior preocupa a Fernández, sino también el interior, de cara a las elecciones generales de octubre. Ayer, el diputado nacional de Red por Argentina, Felipe Solá le envió un claro mensaje de acercamiento al candidato a presidente de Consenso Federal 2030, Roberto Lavagna. El dirigente, que pertenece al círculo de máxima confianza de Fernández, aseguró que deben convocar al ex ministro “a sumarse a este proyecto” porque “es una persona clave”.
De esta manera, el legislador se sumó a los elogios que el propio Fernández dirigió al economista, cuando sostuvo que Lavagna “es un virtuoso”. Y luego se preguntó: “¿A qué presidente no le gustaría tener” a Lavagna de “ministro de Economía?”. Los rumores de un acercamiento no sólo fueron sofocados por el FDT, sino también por el lavagnismo. “Bajo ningún punto de vista va haber (acuerdos políticos). Nosotros somos una fuerza política que en las PASO se consolidó como la tercera fuerza a pesar de los agoreros vamos rumbo a octubre con el mismo compromiso que tomamos el primer día, ahora fortalecidos por la cantidad de personas que confiaron en nosotros”, afirmó la diputada nacional de Consenso Federal, Graciela Camaño.