Con el resultado puesto de las elecciones presidenciales de octubre pasado, salió a la luz el juego político que hizo cada gobernador en cada una de sus provincias. En Córdoba, Juan Schiaretti se mostró prescindente de la contienda nacional dejando a la provincia como “zona liberada” para que el presidente saliente Mauricio Macri hiciera, en términos políticos y electorales, lo que quisiera.
“El Gobierno repartió un millón de votos de la boleta corta de Hacemos por Córdoba junto a la de Macri. Por lo tanto, Schiaretti jugó muy mal, esas cosas no se hacen y algunas facturas le van a pasar”, graficó uno de los integrantes de la mesa chica del próximo jefe de Estado, Alberto Fernández, en Córdoba. Tras los comicios, el Presidente electo le dijo en cinco oportunidades a Schiaretti que su intermediario en esta jurisdicción es el titular del bloque del PJ en el Senado de la Nación, Carlos Caserio, y le recomendó que se sentara a dialogar con él.
Esta cuestión aún no ocurrió provocando más tensiones, razón por la cual el delasotismo analiza cada vez con más fuerza conformar un bloque propio en la Legislatura Unicameral, que contaría con 15 integrantes y que lo convertiría en la primera minoría. “Eso va a depender del Gobernador, si las cosas continúan igual haremos un bloque propio pero (Carlos) Caserio no quiere romper y además eso depende de si el Presidente quiere o no armar el albertismo en Córdoba”, aseguró uno de los futuros legisladores provinciales que responde al esquema del delasotismo.
En medio de los desencuentros políticos, Adriana Nazario rechazó la oferta del Gobernador de ser la próxima secretaria de Ambiente de la Provincia, al no cumplir con los compromisos previos que sostenían que Schiaretti convertiría a esa cartera en Ministerio. Nazario, ex esposa de José Manuel de la Sota, estuvo siempre en Consenso Federal, el espacio creado por el fallecido ex mandatario cordobés, lo que le permitió tomar distancia de la bancada de diputados cercanos a Schiaretti.
Ver también: Mensaje de apoyo al campo para marcar la cancha
El rechazo de Nazario alimenta aún más las posibilidades, en caso de concretarse, de conformar una primera minoría en la Unicameral ya que cuenta con tres legisladores que le responden de manera directa e incondicional: Franco Miranda, María Laura Labat y Miguel Ángel Majul. Frente a este contexto, Schiaretti todavía no se sentó a “dialogar” con Caserio para achicar diferencias con el próximo ocupante del sillón de Rivadavia, en medio de otra de las grandes tensiones que deberá enfrentar en un escenario complicado. Existe una fuerte presión de los gobernadores peronistas sobre Alberto Fernández para relegar al gobernador de Córdoba. Mientras todos se alinearon dentro del Frente de Todos, Schiaretti favoreció a Macri en las urnas.
“Córdoba es la provincia con más deuda en el país”
Los peronistas cordobeses que abrevan en el Frente de Todos, ante la consulta de HOY DÍA CÓRDOBA, explican esta situación de manera contundente: “Schiaretti sigue teniendo un acuerdo político con Macri”.
“El Gringo todavía piensa que es el gobernador más importante del país y no es así, después de las elecciones y a partir del 10 de diciembre, ese lugar es de Axel Kicillof”, aseguró a este medio uno de los referentes políticos locales del espacio del futuro Presidente. Pero a la vez razonan que las urgencias económicas y financieras de la Provincia empujarán al titular del Centro Cívico a llegar a un acuerdo con el actual gobierno nacional, aunque no descartan que Schiaretti se comporte en la práctica como un peronista opositor al gobierno de Alberto.
“Schiaretti necesita sentarse con Caserio, Córdoba es la provincia más endeudada del país, y para refinanciarla va a necesitar de la venia del Banco Central y el acompañamiento del Ministerio de Economía”, sostuvo en este sentido uno de los miembros de la mesa chica del ex presidente del Partido Justicialista de Córdoba.