Ocurrió a pesar del duro impacto de la pandemia de coronavirus, según un informe privado distribuido hoy. De acuerdo con las cifras presentadas por el instituto especializado IARAF, las transferencias corrientes «tuvieron un exceso de $150.000 millones respecto del valor que las hubiera dejado constantes en términos reales».
De no haber contado con esos aportes, el resultado de las provincias hubiese mostrado un déficit primario de $87.500 millones (0,3% del PIB), en lugar del superávit que efectivamente se verificó, indicó el informe.
Gracias a esos recursos que llegaron desde la Casa Rosada, las cuentas públicas de la mayoría de las provincias cerraron el año pasado con superávit, algo casi inédito. De acuerdo con el reporte, en el 2020 los ingresos públicos provinciales ascendieron a $4,75 billones, con un alza del 34,5%.
Esos ingresos representaron el 17,5% del Producto Bruto y permitieron atenuar la caída real (medida contra la inflación del período) a sólo 5,3%. Los gastos totales de las provincias representaron $4,8 billones en el mismo período (17,8% del PIB).
En moneda corriente, los egresos subieron 31,5% respecto de 2019, con una caída real de 7,4 puntos porcentuales. Según el IARAF, la ayuda del Estado Nacional para sobrellevar los meses de restricciones fueron claves para mejorar los resultados provinciales.
«Las transferencias corrientes fueron las únicas que mostraron una variación real positiva, del orden del 82% respecto de lo ingresado en este rubro en 2019», indicó el informe. El IARAF indicó que por esta cuenta «se canalizaron gran parte de los envíos de nación a provincias, con el fin de atenuar los efectos de la crisis sanitaria».
Nadín Argañaraz, uno de los autores del informe, advirtió que de los datos difundidos hasta ahora por las provincias es imposible determinar cuántas de las transferencias realizadas por la Nación responden con exactitud a la pandemia. Pero señala que estos ingresos extras le sirvieron a provincias como Misiones, Tucumán y La Rioja mejorar sus números fiscales.
Esos distritos fueron los únicos que tuvieron crecimientos por encima de la inflación el año pasado. En cambio, la Ciudad de Buenos Aires, Tierra del Fuego y Neuquén sufrieron una caída de sus ingresos en términos reales.
«En CABA resultó determinante la caída de envíos automáticos nacionales por las sucesivas reducciones verificadas el año pasado en su coeficiente de coparticipación frente al vigente en 2019», indicó el informe.
En el caso de las provincias patagónicas, se verificó en 2020 una «significativa reducción en la recaudación propia», destacó el estudio. Las provincias que mejoraron sus resultados en 2020 fueron Santiago del Estero, Córdoba y La Rioja.
Por su parte, el informe destaca a Santiago del Estero y Santa Fe como las dos gobernaciones que consiguieron mejorar su perfil de gastos respecto del año anterior. «El resultado primario es el relevante para evaluar la gestión reciente. Pero a los fines de la evaluación financiera de las cuentas públicas, es necesario analizar el fiscal. La diferencia está en los intereses de la deuda», explicó el informe.
Santiago del Estero, Córdoba y Santa Fe fueron las provincias con mejores resultados. CABA, Buenos Aires, Chubut, Tucumán, Corrientes, Neuquén, Río Negro y San Luis registraron déficit primario.