El gobierno nacional sufrió una dura derrota en las elecciones primarias, abiertas y simultáneas (Paso) frente a su histórico rival Juntos por el Cambio (JxC), que abre una enorme incógnita de cara no sólo a las elecciones legislativas de noviembre próximo sino también a sus últimos dos años de gestión al frente del Ejecutivo, en un contexto muy complicado por la crisis económica y social derivada de la pandemia de Covid-19.
Casi como en una versión opuesta de las elecciones presidenciales de 2019, el oficialismo perdió en 18 de las 24 provincias: Buenos Aires, Capital Federal, Chaco, Chubut, Corrientes, Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, Mendoza, Misiones, Neuquén, Río Negro, Salta, Santa Cruz, Santa Fe, San Luis y Tierra del Fuego. En 17 de esos distritos, se impusieron los precandidatos de JxC, incluidas provincias tradicionalmente dominadas por el Frente de Todos (FdT), como Buenos Aires, Santa Cruz o Chaco.
Si bien la interpretación general es que se trató de un voto castigo para el oficialismo –el propio FdT había presentado las primarias como un plebiscito de la gestión de Alberto Fernández-, también constituye un fuerte relanzamiento de JxC tras la derrota de 2019, esta vez con nuevas figuras legitimadas para disputar la candidatura presidencial de 2023, como la ex gobernadora María Eugenia Vidal, el intendente porteño Horacio Rodríguez Larreta o el radical Facundo Manes. Ocurre que, en el conteo nacional, la alianza opositora superó por más de diez puntos al oficialismo, porcentaje sólo superado en las primarias de 2017, cuando el Gobierno de Cambiemos se impuso por más de 15 puntos al kirchnerismo.
Al cierre de esta edición, con el 94,4% de las mesas escrutadas en todo el país, JxC alcanzaba en efecto el 40,7% de los votos contra el 29,6% del FdT, una diferencia que ocultaba derrotas dramáticas en distritos claves como Buenos Aires, que en 2019 sustentó la victoria presidencial de Fernández. La provincia no sólo se dio vuelta, sino que arrojó algunos resultados impensados hasta por la oposición: el oficialismo perdió en siete de las ocho secciones electorales (ver en página 3). Otro dato preocupante para el Gobierno es el cambio en la relación de fuerzas en el Congreso que anticipan los resultados, que de confirmarse en noviembre complicarían gravemente su gobernabilidad de cara a los dos últimos años de gestión: perdería el quórum propio en el Senado (ver en página 3) y dejaría de ser la primera minoría en Diputados.
Anoche, la plana mayor del Gobierno salió a asumir la derrota en un acto donde el presidente Fernández estuvo acompañado por la vicepresidenta Cristina Fernández, Máximo Kirchner, Sergio Massa y los principales candidatos en Buenos Aires y CABA, en una muestra patente de unidad. Nada hay más importante que escuchar” a la ciudadanía, aseveró allí Fernández, en un discurso donde subrayó que cuando el pueblo se expresa, nosotros acatamos”. Vamos a trabajar denodadamente para que en noviembre los argentinos y argentinas nos acompañen, porque seguimos convencidos que estamos frente a dos modelos de país”, dijo Fernández, quien en varios tramos aseguró que hay errores que hemos cometido y que no debimos haber cometido”, aunque arengó a la militancia al aseverar que la campaña acaba de empezar y en noviembre hay que ganarla”.
Más de la mitad de las provincias del país se pintaron de amarillo
El oficialista Frente de Todos sufrió anoche un ruidoso tropezón en las Paso, al perder en más de la mitad del país, incluida la estratégica provincia de Buenos Aires (ver nota en página 3), y de confirmarse el escrutinio provisorio, luces de alarma se encenderán especialmente en el Senado, donde la fuerza gobernante podría quedarse sin quórum propio”.
En la víspera, en el marco de unos comicios atípicos con motivo de la pandemia de coronavirus por la que transita el país, la polarización extrema con Juntos por el Cambio (JxC) no fue una estrategia positiva y la gestión del presidente Alberto Fernández definitivamente desaprobó el examen al cabo de dos años de labor en la Casa Rosada.
Los resultados fueron contundentes y a favor de la principal fuerza política de la oposición, comandada por el ex mandatario Mauricio Macri, que logró imponerse en la Ciudad y en la provincia de Buenos Aires, en Santa Fe, Córdoba (ver nota en página 5), Mendoza, Jujuy y Corrientes, pero también en La Pampa, Entre Ríos, Chaco, Chubut, Misiones, Salta, Tierra del Fuego y el terruño kirchnerista de Santa Cruz, en donde le sacó más de 12 puntos de diferencia. El desempeño se replicó en la Antártida, donde la fuerza opositora cosechó el 66% y el kirchnerismo quedó relegado al quinto lugar.
También en San Luis, una alianza de la que formó parte el PRO, aunque no el radicalismo, le permitió a la oposición vencer en Paso y desplazar al peronismo conducido por el gobernador Alberto Rodríguez Saá.
De confirmarse estos resultados, luces de alarma se encenderán en el Senado de la Nación para el FdT, ya que correrá serio riesgo de perder el quórum propio” por sus derrotas en Córdoba, Mendoza, Santa Fe, La Pampa, Corrientes y Chubut: seis bancas menos podría llegar a tener (35 en total, cuando se necesitan 37 para iniciar formalmente una sesión).
En otros resultados del interior del país, el Frente Cambia Jujuy (FCJ), que gobierna la provincia, se impuso con el 46,42% de los votos, por sobre el FdT que logró el 28,18%, según los datos oficiales. Mientras que en la provincia patagónica, Juntos Somos Río Negro se imponía por más de siete puntos sobre JxC.
En tanto, en Santiago el Estero el Frente Cívico por Santiago, que lidera el gobernador Gerardo Zamora, obtuvo una amplia victoria con más del 55% de los votos. Y en San Juan, en una elección histórica por la baja cantidad de votantes, la lista del FdT se imponía con el 42,8% de los sufragios, mientras que en segundo lugar se ubicaba JxC con el 38,2%.
El peronismo del FdT también fue la fuerza más votada en Catamarca con más del 73% escrutado, al igual que en La Rioja con el 52,43% de los votos, y en Formosa con el 48,04. En tanto, la provincia de San Miguel de Tucumán ratificó el dominio del peronismo con el triunfo de la lista empujada por el gobernador Juan Manzur por una diferencia cercana a los 15 puntos.