En una candente sesión, plagada de cruces entre el oficialismo, sus bloques aliados y el peronismo, la Cámara de Diputados dio media sanción ayer al proyecto de Ficha Limpia, que busca impedir que funcionarios condenados en segunda instancia por hechos corrupción puedan postularse a cargos electivos.
Por 144 votos a favor, 98 en contra y 2 abstenciones, el oficialismo logró un gran triunfo político con la aprobación de la iniciativa, pero deberá enfrentar un difícil panorama en el Senado, donde Unión por la Patria (UxP) podría trabar la iniciativa, bajo el argumento de que la medida buscaría proscribir una eventual candidatura de la ex presidenta Cristina Kirchner en los comicios legislativos de octubre.
Si bien la iniciativa fue enviada por el presidente Javier Milei, su autoría no le pertenece: ya en noviembre pasado el propio oficialismo boicoteó una iniciativa similar impulsada por el PRO, la UCR y otros bloques opositores; para luego presentar su propia iniciativa. El proyecto aprobado ayer sufrió cambios de última hora, sobre todo en la cláusula temporal que impuso el Gobierno para la aplicar la prohibición que impone la ficha limpia: en el original se establecía que no podían candidatearse aquellos postulantes que hayan recibido la segunda condena antes del 31 de diciembre del año anterior a los comicios, una fecha que los opositores consideraban arbitraria.
La nueva versión supedita la fecha al cronograma electoral y el plazo que dispone el Código Nacional Electoral para el cierre del padrón provisorio: 180 días antes de la fecha de la elección general. Este año será el 29 de abril. Esto significa que, de aprobarse la ley, no podrán postularse quienes hayan recibido una segunda condena antes de ese día, como ocurre con Cristina Kirchner, que recibió su segunda condena por la causa Vialidad el 13 de noviembre pasado.
Precisamente, el supuesto objetivo de proscribir a la ex mandataria dominó la discusión en el recinto, donde se vivieron fuertes cruces, algunos escandalosos, como cuando el titular del bloque de UxP, Germán Martínez, insultó e invitó a pelear al titular del cuerpo, Martín Menem, porque no le daba la palabra. Pese a sus diferencias internas, el peronismo se abroqueló en defensa de su jefa, a la vez que pidió una comisión especial para investigar a Cristian Ritondo, presidente del bloque del PRO, por las millonarias propiedades sin declarar que le encontraron ocultas en Miami.
“No se puede restringir un derecho fundamental que es el de elegir y de ser elegido, emanado de la soberanía popular. Aquí se pretende avanzar en una ley que solo en apariencia legal pero en los hechos busca limitar la voluntad popular de elegir a Cristina Kirchner”, dijo por ejemplo la diputada kirchnerista Vanesa Siley. Le respondió Margarita Stolbizer, de Encuentro Federal, quien aclaró que “el derecho a ser elegido no es ilimitado: la propia Constitución Nacional impone limitaciones. Lo que se trata aquí es de incorporar un requisito más de elegibilidad”. Sin embargo, Miguel Ángel Pichetto, jefe de aquella bancada, se desmarcó de sus pares y planteó reparos al advertir que la iniciativa le otorga a la Justicia “atribuciones cada vez mayores” a la hora de definir quiénes podrán competir como candidatos. “La experiencia brasileña es demoledora: en 2010 se votó allí la ficha limpia con el aval de Lula Da Silva y, pocos años después, el juez Sergio Moro, que no era juez competente, le impide ser candidato con una segunda condena”, recordó. “El mensaje de este Gobierno es claro: aquí no hay lugar para los corruptos”, aseguró el libertario Álvaro Martínez al cerrar el debate, en un discurso donde aseveró que “Argentina no quiere más a personas corruptas en el poder, no quiere más a gente como (Julio) De Vido, (José) López y por supuesto también a Cristina Kirchner”.
Aparecieron afiches de CFK
El centro porteño amaneció ayer cubierto de afiches con la imagen de la ex presidenta Cristina Kirchner y una frase en tono electoral: “Cristina es presente”. La movida proselitista está firmada por “Primero la Patria”, el eslogan que bautizó a la lista de Fernández de Kirchner en la conducción del Partido Justicialista (PJ). La pegatina motivó nuevas especulaciones sobre una posible candidatura de la ex jefa de Estado en las elecciones legislativas de octubre, en medio del debate de la ley de ficha limpia. El kirchnerismo quiere que se postule como candidata a diputada nacional por Buenos Aires, aunque este enfrentada al gobernador Axel Kicillof. Sin embargo, el propio cuestionó ayer el proyecto de ficha limpia, al considerarlo un intento de “persecución y proscripción” contra la ex mandataria.