Mientras los diputados nacionales de distintos bloques desarrollaban sus exposiciones en torno al debate sobre una nueva fórmula de movilidad jubilatoria, detrás de las cortinas del recinto los líderes de los principales bloques opositores sellaron un acuerdo para unificar sus propuestas en un solo dictamen, y se aprestan a darle un golpe al oficialismo, que no pudo bloquear el quórum de la sesión especial.
«Si seguíamos apuntándonos con una pistola para ver cuál de los dos dictámenes salía, nos íbamos a quedar sin nada. Por suerte logramos una diagonal que permite sintetizar en un punto medio las propuestas», sostuvo un diputado nacional que intervino en las negociaciones en diálogo con los medios acreditados.
La idea es que al término la sesión «salga un mensaje para los jubilados», ya que si ambos sectores se abroquelaban en sus posturas y no cedían, existía el riesgo patente de que se neutralizaran y que ninguno de los dos proyectos obtuviera los votos.
Luego de que terminen las exposiciones de los diputados designados por cada una de las fuerzas, vendrán los cierres a cargo de los jefes de bloque y luego se realizará la votación, que se estima tendrá lugar cerca de la medianoche.
La propuesta opositora de consenso
La iniciativa tanto de UP como de los bloques dialoguistas (UCR, Hacemos, Coalición Cívica e Innovación Federal) es introducir un 8,1% adicional a ese 12,6% para llegar a un total de 20,6% de recomposición, equivalente a la inflación del mes de enero que se perdió en el empalme entre la fórmula de movilidad anterior y la establecida por el Gobierno a través del DNU.
Además de actualizar los haberes por el Índice de Precios al Consumidor (IPC), la propuesta establece un aumentos adicional una vez al año (en marzo) por el 50% de la diferencia entre la variación salarial y la evolución de los precios en un mismo período de tiempo (si existiera una recuperación del salario por encima de la inflación).
En tanto, se fijará en la redacción que el haber mínimo será de 1.09 respecto del valor de la canasta básica total de un adulto, por lo que un jubilado que cobra la mínima pasaría a cobrar 285 mil pesos.
Por último, acordaron que la ANSES tendrá la obligación de cancelar las deudas con las cajas previsionales provinciales, y de pagar las sentencias firmes a favor de jubilados, pero no a partir de lo producido por el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, como había insistido Hacemos, sino con asignaciones específicas de los recursos tributarios del organismo previsional (impuesto al cheque, impuesto PAIS e IVA).
El único aspecto que quedó suelto y que no pudo ser saldado es la eliminación de los regímenes jubilatorios de privilegio de presidentes y vices.
Unión por la Patria se niega tajantemente y votará en contra en caso de que se mantenga en el dictamen.
Según estimó la Oficina de Presupuesto del Congreso, esta iniciativa de síntesis tiene un costo fiscal del 0,43 % del PBI.
La Libertad Avanza y el PRO la rechazan. El bloque oficialista había firmado en comisiones un dictamen que reproduce exactamente los términos del DNU 274, que solamente reconoce una recomposición parcial del 12,5% de los haberes y sobre esa base actualiza por la inflación.
El debate por la movilidad jubilatoria
Por Unión por la Patria, compartieron el tiempo designado al miembro informante Ricardo Herrera e Itai Hagman. Durante su intervención, el peronista riojano puso el foco en «el error de considerar a los jubilados como variables de ajuste de este modelo».
«Es inadmisible que el éxito de este modelo dependa pura y exclusivamente del ajuste a los jubilados, del ajuste a los docentes, del cierre de organismos del Estado y del achicamiento de la planta estatal», continuó.
Hagman, por su parte, señaló que el pleno de los diputados estaba convocado en sesión especial «porque efectivamente el DNU no resolvió el problema» e incluso «lo empeoró».
Según comentó el economista de UP, en el primer cuatrimestre de este año el gasto previsional en la Argentina, comparado con el mismo periodo del año pasado, disminuyó un 28,5%».
En esta línea, indicó que la incidencia en el ajuste total del gasto primario que está haciendo este Gobierno en el mismo periodo es del 36%».
«Es decir que más de un tercio de todo el ajuste del gasto primario que está haciendo el Poder Ejecutivo, recae sobre las espaldas de jubilados, jubiladas y adultos mayores que cobran pensiones», alertó.
Para Hagman, el Gobierno deliberadamente fijó una fórmula de movilidad jubilatoria en el DNU para «congelar» los haberes en «el nivel más bajo de la historia».
«Si como dice el oficialismo el objetivo de este DNU fuera defender el poder adquisitivo de las jubilaciones, este decreto lo hubiera sacado en enero. No hicieron eso. Dejaron que corran las meses de inflación más altos, que se licúen las jubilaciones, y recién ahí, cuando la jubilación estaba en nivel más bajo en la historia argentina, dijeron, a partir de ahora les van a pagar», indicó.
A su turno, la presidenta de la comisión de Previsión Social, Gabriela Brouwer de Koning (UCR) lamentó que el DNU del Gobierno «no contemplaba ninguna recomposición de los haberes con respecto a la inflación de enero, sino que dieron un incremento adicional de un 12,5 % cuando la inflación había sido de 20,6 %».
«Tampoco contempló el DNU la variable de los salarios. Por ende, esa situación la consideramos como una omisión crítica. Y el DNU no incorporó ninguna alternativa en relación a la precaria y paliativa política discrecional de otorgar bonos», sumó.
En este sentido, advirtió «hoy el 86 % de los jubilados y pensionados no logran cubrir la canasta básica», y subrayó que «para lograr el déficit cero no se debe afectar la capacidad de los sectores más vulnerables».
«No se debe afectar las jubilaciones y pensiones de más 7 millones de argentinos y argentina, que están viviendo con un ingreso menor a la canasta básica», finalizó.
Por su parte, Lisandro Nieri (UCR) destacó que desde su sector siempre se propusieron avanzar con una ley de movilidad previsional «factible, razonable y responsable».
«No va a generar por generación de inflación un garrote a futuro, no es una falsa promesa de una recomposición que luego tiene un daño», añadió el mendocino.
En nombre de La Libertad Avanza, el jefe de ese bloque, Gabriel Bornoroni, responsabilizó al kirchnerismo por «quebrar el sistema previsional» y habló de «una gran hipocresía» por parte de quienes «ahora dicen que quieren ayudar a los jubilados».
«Se está tratando este tema con una gran hipocresía porque en Argentina tenemos un problema jubilatorio desde hace décadas, pero las décadas de populismo han destruido el sistema jubilatorio», aseveró.
«En los últimos 20 años se ha hecho moratoria tras moratoria y se repitieron jubilaciones como si fueran planes sociales», agregó, y destacó que «la Argentina tiene que debatir qué hacer con el sistema previsional, tiene que ser una discusión madura y realista; sin populismo».
Vehemente, el diputado Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) apuntó contra el oficialismo y pidió que «dejen de mentir en dos políticas que deben ser prioritarias en este momento tan complejo de la Argentina, y que tienen que ver con los jubilados y con lo que está sucediendo en el Ministerio de Capital Humano».
«Y digo que dejen de mentir, porque es mentira que cuando arrancaron el Gobierno el 10 de diciembre o después con la propuesta de la Ley Bases, traían una solución para resolver la inequidad que había dado la fórmula del gobierno kirchnerista con ciento de miles de jubilados», continuó.
«Este Parlamento viene a dar respuesta y a romper el cinismo y la mentira de algunos que pretenden no darle una respuesta y seguir castigando, nada más y nada menos que a los jubilados», disparó.