El Senado de la Nación inició ayer el tratamiento de la Ley de Bases y el paquete fiscal en el plenario de comisiones con un clima de tensión por denuncias de la oposición y la incertidumbre del oficialismo, que pretende conseguir dictamen mañana mismo para desembarcar en el recinto una semana más tarde, el jueves 16, a días del Pacto de Mayo.
El encuentro arrancó con una rápida embestida del bloque kirchnerista, que planteó la nulidad del texto que ingresó al Senado en base a la denuncia que horas antes realizó el titular de Unión por la Patria (UxP) en Diputados, Germán Martínez, quien aseguró que el proyecto remitido al Senado sufrió modificaciones y es diferente al aprobado la semana pasada en la Cámara Baja. Tras este comienzo picante, comenzó a exponer el ministro del Interior, Guillermo Francos, quien respondió las denuncias al aseverar que “yo estuve en la Cámara de Diputados y no vi nada raro. Se expresaron todos los sectores políticos”.
A la vez, realizó una breve defensa de los proyectos en debate y protagonizó un fuerte cruce con el senador José Mayans (Formosa). Luego disertaron el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y la secretaria de Planeamiento Estratégico, María Ibarzábal Murphy, quienes explicaron a grandes rasgos los puntos nodales de todos los proyectos.
Sin embargo, tras las exposiciones se abrió la ronda de preguntas y comenzaron a llegar los cuestionamientos a las iniciativas, sobre todo al capítulo dedicado al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (Rigi), que fue foco de críticas de todos los bloques. El Rigi es un programa de grandes beneficios a inversiones extranjeras mayores a los US$ 200.000.000 para acelerar su llegada, sin pedir ninguna exigencia a cambio ni límites a las importaciones –a la vez que coloca al CIADI del Banco Mundial como tribunal de resolución de los conflictos, rompiendo la soberanía nacional-.
El radical Martín Lousteau (CABA) fue uno de los más rigurosos a la hora de cuestionar el sistema, puntualizando cuestiones técnicas arancelarias, aunque las críticas cruzaron a todos los bloques, lo que amenaza con complicar al oficialismo. La kirchnerista Fernández Sagasti, por ejemplo, consideró que el capítulo habría “salido de una oficina oscura” de la Ciudad de Buenos Aires y afirmó que quien lo redactó no sabe de “federalismo”.
Otras críticas se centraron en la reforma laboral, al punto que la senadora Juliana Di Tullio (UxP) dijo que pedirá la presencia ante el plenario de comisiones de las centrales obreras de la Argentina, la CGT y las dos CTA (Autónoma y de los Trabajadores), y también de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Esto pondría contra las cuerdas a la administración libertaria y alteraría el calendario diagramado por el oficialismo que, apretado por el Pacto de Mayo, aspira a conseguir dictamen mañana mismo, para lo que sus fuentes adelantaron que podrían admitir nuevos cambios a las iniciativas en debate.
Denuncian irregularidades en los textos enviados a la Cámara Alta
El titular del bloque peronista en Diputados, Germán Martínez, denunció irregularidades en el envío de la Ley Bases y el paquete fiscal al Senado, al detectar modificaciones en los textos que habían sido aprobados en la Cámara baja, por lo que anticipó que pedirá la nulidad del trámite.
A través de red X, el santafecino reveló diferencias entre los textos votados y los enviados al Senado: “Eso no puede pasar. Y es motivo de nulidad”, dictaminó.
“Agradecemos al diputado Martínez la revisión del texto de la Ley de Bases y haber detectado simples errores involuntarios de tipeo en la transcripción de la comunicación de la Ley”, respondió el titular de Diputados, Martín Menem.
“Una palabra cambia el sentido y estamos preocupados. Este error impide el tratamiento hasta que Diputados aclare cómo es el texto y cómo fue la votación”, indicó el senador José Mayans.
Los radicales reclaman más tiempo para debatir los proyectos
Durante una reunión con emisarios de la Casa Rosada, el bloque UCR del Senado manifestó sus objeciones a la Ley Bases y el paquete fiscal y le planteó al Gobierno un “tiempo prudencial” para discutir las iniciativas.
Este planteo, realizado en la antesala del plenario de comisiones que inició el debate en el Senado, pone en serio riesgo la intención del oficialismo de firmar los dictámenes sin modificaciones esta semana.
Según publicó la prensa porteña, parte de la UCR cuestionó la premura del Gobierno en avanzar en solo dos semanas con el trabajo en comisiones y la sanción de proyectos tan voluminosos.
“En Diputados lo discutieron por más de cinco meses, queremos tener un tiempo prudencial para analizar ambas iniciativas”, comentó uno de los legisladores que formaron parte de la reunión, quien dictaminó que “el Senado no va a ser una escribanía”.