El bloque Encuentro Federal que preside Miguel Pichetto está bajo amenaza de ruptura al enmarañarse las negociaciones paran fusionarse con los diputados electos por Provincias Unidas, aunque todavía hay chances de articular todas las piezas en un nuevo interbloque de “centro”.
El eje de disputa es la presidencia del posible nuevo interbloque: Pichetto quiere conservar la presidencia, pero los gobernadores de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y de Córdoba, Martín Llaryora, exigen que la conducción recaiga en un representante de los poderes provinciales, y sugieren el nombre de la saliente vicegobernadora de la primera de esas provincias, Gisela Scaglia.
En medio de esta encrucijada, el oriundo de Río Negro amaga con armar un bloque propio reducido junto a Nicolás Massot y busca tantear a los dos diputados supervivientes de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro y Mónica Frade, para armar rancho aparte.
Del lado de Provincias Unidas, aseguran que por ahora son 16 integrantes, según supo la Agencia Noticias Argentinas en diálogo con una diputada nacional que está armando el aterrizaje del espacio en la Cámara de Diputados.
Al margen de los rumores de ruptura, según supo este medio, la cuestión es “solucionable” y podría saldarse con la formación de un interbloque con una conducción colegiada “inter paris”, coordinada por Scaglia o algún otro nombre surgido de las provincias pero con Pichetto como autoridad de Encuentro Federal y Ferraro por la Coalición Cívica.
“El nombre Provincias Unidas no va suceder. Ya hay otros dos nombres de fantasía”, sostienen fuentes del radicalismo opositor enrolado en Democracia para Siempre, en diálogo con la Agencia Noticias Argentinas.
En cambio, los gobernadores de Santa Fe y Córdoba pujan por conservar el nombre de Provincias Unidas que arrojó resultados poco favorables en las elecciones legislativas.
“Ya hay una marca de Provincias Unidas instalada. No tiene mucho sentido cambiarle el nombre”, retrucan, mientras siguen negociando a destajo.
