Como vaticinio del álgido clima en el que transitará la política nacional en 2023, a poco de comenzar un nuevo año el presidente Alberto Fernández anunció ayer que impulsará un juicio político al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Horacio Rosatti, “para que se investigue su conducta en el desempeño de sus funciones”, debido al dictado de una cautelar a favor de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) sobre fondos para ese distrito.
“He convocado a los señores gobernadores que acompañaron al Estado Nacional en su planteo contra la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para que, en conjunto, impulsemos el juicio político al presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Horacio Rosatti”, afirmó el mandatario a través de una carta, que difundió la Casa Rosada.
“Al asumir mi mandato juré observar y hacer observar la Constitucional en cuanto de mi dependiere”, continuó Fernández en el texto. De esa manera, afirmó: “Debo impedir que se siga manipulando el Consejo de la Magistratura con insólitas interpretaciones jurisprudenciales que permiten al Poder Judicial entrometerse en las decisiones del Congreso”. Y sostuvo que es su deber “promover acciones cuando el sistema federal es puesto en crisis a través de una innecesaria medida cautelar y del indebido planteo de una ciudad autonómica”.
En diciembre, la Corte dispuso que el Gobierno nacional le pague a Caba el 2,95% de la masa de impuestos coparticipables, tal como reclamó la administración de Horacio Rodríguez Larreta.
Además, Fernández señaló que en los últimos meses se ha visto “un avance inadmisible del Poder Judicial sobre los otros poderes de la Argentina” y aseguró “diversas publicaciones jamás contradichas, han dejado al descubierto lo que desde hace mucho tiempo vengo advirtiendo: el vínculo escandaloso entre parte de la política y la Justicia”. Esto en relación al viaje revelado entre jueces y fiscales, como Julián Ercolini; el ministro de Justicia y Seguridad de Caba, Marcelo D’Alessandro; y directivos del Grupo Clarín, quienes se reunieron en la estancia de Joe Lewis en Lago Escondido.
A este hecho se sumaron los presuntos chats entre D’Alessandro y el director general de vocalía de la Corte Suprema, Silvio Robles (hombre de confianza de Rosatti), filtrados el viernes último, donde discuten el fallo por la coparticipación y la integración de la Magistratura, entre otros temas.
De esa manera, el Presidente alertó que “los diálogos entre funcionarios judiciales y políticos de la oposición en los que se anticipan decisiones y recomiendan fundamentos políticos para ser usados a la hora de decidir judicialmente casos con trascendencia institucional indudable han quedado impúdicamente expuestos”.
El pedido de enjuiciamiento a Rosatti debe ser presentado en la Cámara de Diputados, que luego será analizado por la comisión de Juicio Político y, en caso de lograr dictamen, deberá aprobarse con los dos tercios en el recinto de sesiones. Algo poco probable debido a la extrema paridad que existe entre los bloques en la Cámara.
Por caso, el titular del bloque de la UCR en Diputados, Mario Negri, advirtió que el oficialismo “no tiene los votos” para avanzar en el recinto con el juicio político contra Rosatti. Y calificó la jugada presidencial como “un apriete infame para congraciarse” con Cristina Kirchner.
D’Alessandro dijo que los chats son inventados
Luego de que se difundieran los supuestos chats entre Marcelo D’Alessandro y Silvio Robles, colaborador del presidente de la Corte Horacio Rosatti (ver nota principal), el ministro de Seguridad porteño apuntó contra el hackeo ilegal de su línea telefónica y desmintió la existencia de la conversación.
A la vez, aseguró que se trató de una operación del kirchnerismo. “Ellos generan una posverdad. Los chats son inventados, son falsos. Nunca tuve una denuncia en mis años de trabajo hasta que la condenaron a Cristina Kirchner y la Corte falló a favor de la Ciudad por los fondos de coparticipación”, se quejó.
Y responsabilizó al diputado del FdT Rodolfo Tailhade: “Deberá presentarse en la Justicia y explicar cómo obtuvo algo que es ilegal y no lo denunció”. Además de Robles, los supuestos chats filtrados de D’Alessandro también involucran a Silvia Majdalani, ex número dos de la Agencia Federal de Inteligencia y a Marcelo Violante, titular de Dakota, empresa de acarreo contratada por la Ciudad Autónoma, dados a conocer por el diario Perfil.
Como antecedente reciente, anteriormente el ministro porteño había desmentido el viaje a Lago Escondido junto a un grupo de jueces, fiscales y empresarios, hasta que aparecieron las fotos de toda la comitiva en el aeropuerto de Bariloche.