El presidente Alberto Fernández presentó ayer el plan de obras públicas “Argentina Grande”, que pretende ser no sólo un impulso fundamental de la recuperación de la economía sino también un relanzamiento de la gestión del Gobierno nacional, que invertirá 837.000 millones de pesos en unos 120 emprendimientos distribuidos a lo largo y ancho del país.
El programa ya tiene en realidad unas 5.000 obras en ejecución bajo el mando del ministerio de Obras Públicas dirigido por Gabriel Katopodis, a las que se suman los 120 nuevos proyectos anunciados ayer por Fernández, quien reafirmó su vocación de administrar el país desde un “Estado presente que no deja en manos privadas lo que el Estado debe hacer”.
“La obra pública debe ser un gran motor para llevar trabajo y desarrollo a todo el país”, sostuvo Fernández en el acto realizado en la Casa Rosada, donde destacó que “como porteño que soy me indignaba y pedía que confiaran en mí porque soy el más federal de los porteños: acá están las pruebas”.
En su discurso, Fernández recordó que, al llegar a la Presidencia en 2019, debió lidiar con el sistema de Participación Público Privada que había inaugurado Gobierno de Cambiemos y que calificó como una “formidable estafa”. “Cuando tiramos abajo (al programa) y las licitamos como obra pública, nos ahorramos el 70% del valor inicial”, indicó y señaló que “es la diferencia que hay entre unos y otros, somos distintos, somos diferentes: Hemos llegado aquí para que Argentina recupere la producción, el trabajo, la dignidad, la educación y la salud pública”.
Katopodis, a su vez, aseguró que las obras anunciadas “le cambian la matriz de desarrollo a la Argentina” y afirmó que cada vez que el peronismo decide hacer obras “está definiendo qué desarrollo y progreso queremos para la gente”. De las nuevas obras anunciadas, 48 son de infraestructura vial, 55 hídricas y de saneamiento, y 17 de infraestructura rural, urbana y del cuidado.