El ministro de Economía Martín Guzmán confirmó ayer que “la diferencia medular” que separa al país de un acuerdo con el FMI es el sendero fiscal que propone la Argentina para reducir el déficit de forma gradual, de manera virtuosa sobre un mayor crecimiento de la actividad económica.
“La diferencia entre lo que plantea el Fondo y el Gobierno argentino consiste en diferenciar un programa que con alta probabilidad sostendría la recuperación económica que la Argentina está viviendo. Es esencialmente un programa de ajuste de gasto real versus un programa que le dé continuidad a esta recuperación fuerte a la economía”, afirmó Guzmán en su presentación ante los gobernadores y representantes de las 23 provincias sobre el escenario actual de la negociación con el organismo, que se desarrolló en Casa de Gobierno. El único ausente fue el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Desde el Museo del Bicentenario de Casa Rosada, el titular de Hacienda recordó además que en 2018 “se tomó un deuda insostenible que sólo podía pagarse si había un shock de confianza y sabemos que nada de eso ocurrió. La situación económica empeoró de forma profunda”, apuntó. “Necesitamos poder refinanciar esas deudas”, dijo luego Guzmán, pero advirtió que el acuerdo debe ser sin tener condicionamientos porque “es muy importante que tengamos la capacidad soberana de llevar adelante las políticas económicas”.
El ministro reconoció que en este momento el Ejecutivo “está negociando poder tener apoyo internacional al esquema de política económica que plantea el gobierno nacional” y aseguró que “cuando se alcance un acuerdo, el mismo deberá dar financiamiento para pagarle al propio FMI las deudas que se tomaron en el 2018 y 2019”.
La exposición de Guzmán frente a los mandatarios del interior del país contó con la participación del presidente Alberto Fernández, quien destacó que el encuentro fue convocado para “transparentar al máximo” cuál es la situación actual con respecto a las conversaciones que su administración mantiene para reestructurar la deuda de US$ 44.000 contraída durante la gestión de Cambiemos. “La palabra ajuste está desterrada de la discusión, para nosotros el secreto es crecer”, fue otra de las frases de Fernández ante el auditórium.
Concurrieron a Casa Rosada mandatarios oficialistas y delegados opositores.
La reunión, que comenzó minutos después de las 17:30 y se extendió por casi tres horas, desató fuertes cruces entre el oficialismo y la oposición, pero también dejó expuestas las diferencias entre los dirigentes de Juntos por el Cambio.
Tras largas negociaciones encabezadas por el propio jefe de Estado, los gobernadores radicales Gerardo Morales (Jujuy), Gustavo Valdés (Corrientes) y Rodolfo Suárez (Mendoza) aceptaron enviar representantes al encuentro en la Casa de Gobierno, marcando su posición dentro de Juntos por el Cambio. Por lo tanto, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, fue el único dirigente de la oposición que no envió a ningún representante a Balcarce 50.
Tras la exposición, Fernández y Guzmán le dieron la palabra a los gobernadores y allí algunos de ellos resaltaron la ausencia del referente del PRO y de los gobernadores radicales – pese a que enviaron delegados- y criticaron a la oposición, en el tramo de mayor contenido político de la reunión.
«Hoy, después de tirar la piedra esconden la mano. Y me temo que estén planificando no acompañar ningún tipo de acuerdo», disparó el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y agregó: «Algunos de los responsables están ausentes en esta mesa, donde estamos tratando de solucionar los problemas que generaron». Luego de recordar que el préstamo que el FMI le otorgó al país a pedido del gobierno de Mauricio Macri «no pasó por el Congreso», el gobernador bonaerense remarcó: «Lo mínimo que se puede pedir es que contribuyan a solucionar».
Por su parte, el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, que participó por videoconferencia, subrayó que «el señor Macri y su gobierno duplicaron la deuda externa en solo cuatro años» y calificó el préstamo como «una estafa».
En representación de Corrientes asistió el vicegobernador, Pedro Braillard Poccard; por Jujuy concurrió el vicegobernador, Carlos Haquim; mientras que la provincia de Mendoza contó con la participación del ministro de Economía y Energía provincial, Enrique Vaquié.
De manera presencial también estuvieron los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires), Raúl Jalil (Catamarca), Jorge Capitanich (Chaco), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Gildo Insfrán (Formosa), Sergio Ziliotto (La Pampa), Ricardo Quintela (La Rioja), Óscar Herrera Ahuad (Misiones), Omar Gutiérrez (Neuquén), Omar Perotti (Santa Fe), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Arabela Carreras (Río Negro) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego).
Además, asistieron por Chubut, el ministro de Economía y Crédito Público, Oscar Antonena; por Córdoba se encuentra el presidente provisorio de la Legislatura provincial, Oscar González; por Salta participa el vicegobernador Antonio Marocco; mientras que la provincia de San Juan está representada por el vicegobernador Roberto Gattoni. Por Santa Cruz asistió el vicegobernador Eugenio Quiroga, mientras que la gobernadora Alicia Kirchner se conectó de manera virtual, al igual que Rodríguez Saa, y el mandatario de Santiago del Estero, Gerardo Zamora.
Morales profundiza las diferencias en JxC
El gobernador de Jujuy y presidente de la UCR, Gerardo Morales, ratificó ayer por la mañana la decisión de los mandatarios radicales de asistir a la reunión con el ministro de Economía, Martín Guzmán, para escuchar el estado de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional realizadas ayer por la tarde y la próxima semana, ya que, remarcó, es “lo menos” que pueden hacer debido a que el Gobierno de Cambiemos fue el que contrajo la deuda.
“Me parece que ya está, no hay que jugar a las escondidas con este tema. Esta deuda la contrajimos nosotros y lo menos que tenemos que hacer es ir a escuchar” el informe del titular de la cartera económica, sostuvo el mandatario norteño.
En otro orden, Morales también cuestionó el acercamiento político entre el diputado ultraliberal Javier Milei y el sector del PRO cercano a la presidenta del espacio, Patricia Bullrich, al considerar que “si alguien quiere acercar” al economista a Juntos por el Cambio (JxC) “no cuenten con el radicalismo”.
Morales se refirió así al acompañamiento de Milei a dos proyectos de ley presentados por los diputados que responden a Patricia Bullrich: uno sobre rebajas en el Impuesto al Valor Agregado y otro sobre retenciones.