Después de varios meses de silencio, el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, cerró el sábado el Congreso nacional del partido, que reunió a miles de dirigentes y militantes de todo el país, donde aprovechó para hacer un llamado a la unidad del peronismo, en medio de la disputa entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof.
“Es un año donde tenemos la responsabilidad política de hacer primar el sentido común sin mezquindad para construir la unidad. No creo en las peleas”, sostuvo Massa, quien enfatizó que “lo que todos tenemos en claro es que aunque tengamos que ceder algún lugar personal, nuestra mayor responsabilidad es construir una alternativa que le ponga límites a este Gobierno. Nos cabe a nosotros y a cada uno de los que integran Unión por la Patria. Vamos a ganar en la ciudad, en la provincial y en la nacional”.
“Terminemos con el derrotismo que convive con muchos de nuestros dirigentes. Lo primero que tenemos que saber es que el primer triunfo importante se lo va a regalar Leandro Santoro en la Ciudad de Buenos Aires, dentro de dos meses, a toda la Argentina. Vamos a volver a ganar la provincia de Buenos Aires y que vamos a terminar en octubre con más diputados de los que tenemos hoy en nuestro bloque. Terminen con el derrotismo, hay que ganarle al derrotismo interno para poder derrotar a los gobiernos que nos quieren silenciar», completó al cierre.
La definición es importante porque Unión por la Patria viene acumulando tensiones internas, sobre todo, por la disputa entre La Cámpora, el cristinismo y el gobernador Axel Kicillof y un grupo de intendentes que se vienen desmarcando del liderazgo de la expresidenta de la Nación.
Además, está la discusión sobre la fecha y el formato que van a tener las elecciones en la provincia de Buenos Aires, allí donde todavía el peronismo resiste la ola violeta. En esa discusión fraguan las lealtades de uno y otro sector, como así también las preferencias. Los que apoyan a Kicillof y los que se encolumnan detrás de CFK compiten por ver quién impone la solución de esa controversia.
Massa busca allí hacer equilibrio, aunque sintoniza más con la idea de no adelantar las elecciones. La única coincidencia entre todos es respecto a la inconveniencia de ir a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, habida cuenta que ya en el ámbito nacional y en el porteño fueron suspendidas.
El propio Massa días atrás, después de un largo silencio público, pero también en las redes sociales, dejó su posición crítica por escrito respecto a uno de los temas que mejor condensó al peronismo: el rechazo a la amenaza de Milei de intervenir la provincia de Buenos Aires por sus diferencias con Kicillof respecto al combate contra el delito.
“Basta de show. Es hora de tomarse en serio el problema de la inseguridad. Y para eso hace falta un Estado ágil y eficiente, con regionalización de la función del Ministerio, policías locales y centros de monitoreo unificados en el área metropolitana. Respuestas concretas para problemas concretos. Sin chamuyo”, expresó a fines de febrero.
A esa definición le siguió otros pronunciamientos vinculados a los episodios de violencia que se vivieron en la protesta en el centro porteño. “Amenazan a las ‘barras bravas’ pero les pegan a los jubilados! Primer acto: les hacen mierda la jubilación con la excusa del déficit. Segundo acto: les sacan los remedios, total les queda poco tiempo. Tercer acto: los cagan a palos en el Congreso. ¿Cómo se llama la obra? “La Guerra del Cerdo Reloaded” o “Cómo llegar al superávit fiscal matando viejos”. (Sí, la misma que les recortó el 13% en 2001)“, expresó Malena Galmarini y Massa reposteó.
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