La jueza federal María Eugenia Capuchetti procesó ayer con prisión preventiva a Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte como principales acusados de haber intentado asesinar a la vicepresidenta Cristina Kirchner.
La jueza sindicó a los acusados como “coautores” del delito de “tentativa de homicidio calificado” por el ataque concretado el 1 de septiembre pasado, entendiendo además que el delito está “agravado por el empleo de armas de fuego, alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas”, ya que consideró que el plan se venía pergeñando al menos desde el 22 de abril. La jueza mandó además a trabar embargos sobre sus bienes por 100.000.000 de pesos a cada uno, a la vez que entendió que actuaron “con planificación y acuerdo previo”.
De su resolución surge también que Sabag Montiel y Uliarte habían intentado matar a Fernández de Kirchner el 27 de agosto, día de la polémica por el vallado dispuesto por el Gobierno porteño alrededor de su domicilio. “Del análisis de las conversaciones antes descriptas queda en evidencia la existencia de un plan para ejecutar el hecho en el cual se intercambiaban distintas alternativas, evaluando la posibilidad de cada una de ellas y la que mejor asegure el resultado teniendo en cuenta los movimientos de la víctima y todo lo relativo a su custodia”, sostuvo la jueza.
Por esta causa también está detenida Agustina Díaz (21) –ya que sus conversaciones con Uliarte confirmaron la existencia del plan de asesinato-, cuya excarcelación fue rechazada ayer por la jueza Capuchetti, quien el miércoles detuvo también a Gabriel Nicolás Carrizo –líder del grupo de supuestos vendedores de copos de nieve-, luego de que fueran detectados mensajes en su celular que daban cuenta de un acabado conocimiento del atentado.
Fuentes de la causa aseguraron además que ya se investiga si los atacantes contaron con fuentes de financiamiento. A su vez, el titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Agustín Rossi, presentó una denuncia en el juzgado de Capuchetti en la que aportó material sobre manifestaciones realizadas por los dos líderes del grupo Revolución Federal que incluyeron amenazas e incitaciones a cometer delitos contra la Vicepresidenta. “Si hay alguien que te dice una semana antes lo que va a pasar, me parece que hay que tenerlo en cuenta al momento de la investigación”, remarcó Rossi, quien consideró que “creemos que es una línea que se debe investigar”.