El gobernador Martín Llaryora informó a través de X que se someterá a una cirugía ambulatoria en el Hospital San Roque para tratar una hernia epigástrica detectada en un control médico.
En su mensaje, el mandatario explicó que «los médicos detectaron una hernia epigástrica», por lo que se le realizará la hernioplastia correspondiente. Aclaró además que «se trata de un procedimiento ambulatorio, que no requiere internación» y que, tras la intervención, continuará «trabajando y cumpliendo» con sus responsabilidades, «siempre respetando las indicaciones del equipo médico».
Qué es una hernia epigástrica, según un especialista
Para comprender de qué se trata este cuadro, Hoy Día Córdoba consultó al médico y docente de la UNC Guillermo Fernández, quien explicó de forma sencilla en qué consiste esta patología.
«Las hernias epigástricas se llaman así porque se desarrollan en la parte media superior del abdomen (Epigastrio). Aparecen en la línea medía porque ahí se produce la unión de los músculos rectos que cubren la parte anterior del abdomen, esa línea que queda al medio se llama línea alba«, detalló. Y agregó: «Estas hernias son pequeñas. Miden menos de 1 centímetro. Las hernias grandes pueden llegar a medir unos 4 cm. En general no presentan síntomas a menos que la hernia crezca. Una hernia grande puede presentar una protuberancia visible que se puede ver y palpar. Las hernias epigástricas no son una afección grave. Sin embargo, las hernias más grandes pueden causar complicaciones potencialmente mortales«.
«Los síntomas que pueden dar son la aparición de un bulto por debajo de la piel en esa zona que se puede notar mejor cuando estas de pie y disminuir o desaparecer sentado. Pueden dar dolor o molestia especialmente al toser o hacer algún esfuerzo o cuando vas de cuerpo (especialmente en personas constipadas)», aseguró.
El especialista indicó que la causa es el paso de «tejido graso o un trozo de intestino grueso» a través de la línea alba, algo que puede ser congénito o desarrollarse con el tiempo y que es más frecuente entre los 30 y 50 años. También advirtió sobre posibles complicaciones como «una hernia incarcerada» o «una hernia estrangulada», ambas consideradas situaciones graves que requieren atención urgente.
Respecto al diagnóstico, Fernández explicó que «el examen físico del paciente es fundamental», aunque pueden complementarse con ecografías, tomografías o resonancias para evaluar el tamaño y la ubicación.
Sobre el tratamiento, sostuvo que «la mayoría de las hernias requieren cirugía de reparación», aunque en casos leves se pueden indicar controles periódicos. La recuperación suele permitir «regresar al trabajo o a sus actividades diarias en dos semanas», extendiéndose a cuatro cuando se trata de empleos con esfuerzo físico.
Finalmente, mencionó que la cirugía es efectiva pero que la hernia puede reaparecer si persiste la presión en la zona, y recomendó medidas preventivas como «mantener un peso adecuado», tratar afecciones que generen presión abdominal o «tomar con calma al levantar pesas pesadas».
