La Defensoría del Pueblo de la Provincia realizó un estudio sobre Personas mayores: Vivencias y dificultades durante la pandemia”, enfocado en la ciudadanía cordobesa mayor de 65 años.
Al indagar sobre la inserción de esta población en el mundo digital, los resultados arrojaron que el 57,6% cuenta con una conexión domiciliaria de internet, el 54,6% con telefonía fija, y el 72,5% accede a la televisión por cable. Es decir que los servicios de telefonía y/o internet solo están presentes en poco más de la mitad de los hogares dónde viven las personas mayores.
Al respecto, se indicó que quienes se encuentran entre los 65 y 69 años tienen mayor manejo de las distintas operaciones de la tecnología digital, aunque a mayor edad, disminuyen las posibilidades.El uso de WhatsApp es la función tecnológica más usada en esa franja etaria.
La Defensoría del Pueblo indagó sobre el acceso y manejo del mundo digital en la tercera edad
En cuanto al uso que hacen de la tecnología, mayormente se comunican e interactúan con otros a través de mensajes, llamadas o videollamadas. Sin embargo, resulta más limitada la realización de otro tipo de actividades como trámites digitales, compras online, gestiones bancarias, etc.
A medida que estas operaciones comienzan a complejizarse, disminuyen las posibilidades de desarrollarlas y resolverlas. Seis de cada 10 de las personas encuestadas manifestó contar con la ayuda de un familiar para realizar estas prácticas.
También se indagó sobre los intentos de engaños virtuales. En esta población, particularmente vulnerable, dos de cada 10 personas mayores recibieron intentos de engaños virtuales en el último año y medio. El estudio también indaga sobre otras variables vitales como ingresos, salud, vida personal y socialización. La variable económica arroja que el 84,8% de las personas encuestadas reconocieron a la jubilación como su principal fuente de ingreso.
Sin embargo, un 9,6% expresó que su economía depende principalmente de los ingresos que les proporciona el trabajo que realizan. El 65,6% percibe que sus ingresos son insuficientes para afrontar su economía cotidiana. Al consultar sobre las principales dificultades que se le presentaron durante la pandemia en relación a ingresos y trabajo, se destacó la falta de movilidad para transportarse y la pérdida o dificultad para trabajar.