En medio de la suba sostenida de casos de Covid-19 en el país y en Córdoba, pero con una campaña de vacunación que alcanza muy buenos niveles de inmunización, distintos balnearios de las sierras de nuestra provincia mostraron el fin de semana pasado a enormes muchedumbres de jóvenes y adolescentes abarrotados en los ríos locales sin ningún tipo de cuidados sanitarios tales como el uso de barbijos.
El balneario El Puchuqui, en Santa Rosa de Calamuchita, fue uno de los ejemplos más elocuentes. Allí, miles de jóvenes colmaron la zona durante la primera semana de enero, sin ningún tipo de medida preventiva.
Actualmente, el departamento de Calamuchita cuenta con 700 casos activos de coronavirus aproximadamente y, desde el inicio de la pandemia registró más de 11.000.
Si bien los protocolos de distanciamiento social y uso obligatorio de tapabocas continúan vigentes, las postales de los balnearios muestran la dificultad para cumplir con las normas preventivas. Además, se hace evidente la imposibilidad de controlar el cumplimiento de las medidas por parte de las autoridades.
En Mayú Sumaj la imagen fue similar. Cientos de jóvenes se congregaron en el río San Antonio donde, con música de fondo, vivieron las jornadas del sábado y domingo últimos sin distancias ni medidas de protección contra el coronavirus.
Las fotos de balnearios como los de Santa Rosa de Calamuchita y Mayú Sumaj recuerdan a las del año pasado cuando, aún sin inmunización, los bañistas sorteaban las vallas colocadas por el gobierno para desalentar la formación de grandes grupos. La gran diferencia con 2021 es que este año la provincia cuenta, hasta el momento, con más del 85% de pobladores con una dosis contra el Covid, más del 75% con dos dosis, y alrededor del 16% con el refuerzo aplicado. Otro dato que conforma la escena de las sierras es el costo de los estacionamientos que, en los puntos cercanos a los balnearios, alcanzan el precio de $ 1.000.
Estacionar, cada vez más caro en las costas
Como todos los veranos, vuelve al centro de la polémica el costo del estacionamiento en las costas de los ríos serranos. Cada localidad y región presenta su propio método de cobro y, aunque la discusión sobre el pago está presente, los turistas parecen resignados a un sistema que ya lleva hasta dos décadas en muchos municipios.
Las autoridades comunales justifican el cobro argumentando que se trata de ingresos para poder mantener los balnearios en condiciones. Por ejemplo, un cuidador de autos en Los Aromos, al borde del río Anisacate, afirmó que los automóviles pagan $ 400, los camiones $ 1.000 y las motos $ 200.
En tanto, en La Serranita estacionar en las calles aledañas al río cuesta $ 500 para los autos y $ 300 para las motos. Por su parte, en Los Reartes existen cuatro sectores tarifados y el resto del acceso a la playa es gratuito. A los turistas se les cobra $ 300 el estacionamiento por auto a metros del cauce del río. Y $ 600 si suman el uso de un asador.