Un crucero procedente de Cabo Verde amarró en el Puerto de Buenos Aires en medio de la preocupación a nivel mundial por el avance de la nueva variante Ómicron de coronavirus y se habrían detectado dos casos positivos en el buque.
El crucero Hamburgo aparcó en el país proveniente de África. Esto, según indican medios nacionales como Infobae, trascendió en el medio de una supuesta confusión del personal de la Dirección de Sanidad de Fronteras, al dudar si Cabo Verde, el lugar de origen del buque, se ubicaba en el continente africano, donde surgió la nueva cepa, o el asiático.
A su vez, la ministra de salud Carla Vizotti desmintió el hecho de haber dejado entrar un crucero de Cabo Verde con pasajeros positivos, por haberse confundido de continente. En este marco, calificó el hecho como noticias falsas.
Por otro lado consignó que, por el contrario, «el buque dio aviso de un caso positivo», se diagramó un operativo en el que «se realizaron más de 300 PCR en 24 horas» que en todos los casos fueron negativos, incluyendo la del caso, que «continúa asilado junto a sus contactos estrechos».
Hasta el momento se sabe que la persona afectada es un turista que permaneció aislado junto a su familia sin bajar del navío. Tras este hecho, inmediatamente la Dirección de Sanidad ordenó hisopar al resto de los pasajeros y tripulantes, cuyos exámenes PCR dieron negativo, según se indicó.
En tanto, varios medios locales y nacionales alegan que una funcionaria de Sanidad se habría equivocado al considerar que Cabo Verde, lugar desde el que había partido el barco, es parte del continente asiático y no de África.
Por ese motivo a la embarcación se le dio lo que se llama «libre plática», lo que implica que tanto pasajeros como tripulación pueden bajar a tierra firme.
Sucede que doce horas después llegó la orden de retirar ese permiso para bajar y se les comunicó a los pasajeros que el buque «está en cuarentena en virtud de las disposiciones del Estado Nacional, y nadie puede bajar o subir», según se informó oficialmente.