En un importante operativo contra el delito, la Policía de Córdoba desarticuló una presunta «fábrica» de celulares robados que operaba en barrio Alto Alberdi. El procedimiento, llevado a cabo por personal de la Dirección de Coordinación de Brigadas Civiles, culminó con el secuestro de más de 200 teléfonos celulares y otros elementos vinculados a un taller clandestino de telefonía.
La intervención policial se produjo tras numerosas denuncias relacionadas con el robo de celulares en la ciudad. El allanamiento se realizó en un domicilio ubicado en la intersección de las calles Padre Lozano y 27 de Abril. En el lugar, se descubrió un laboratorio clandestino donde presumiblemente se realizaban tareas de «liberación» y reparaciones básicas en los equipos sustraídos, para luego ser reintroducidos al mercado como «usados con garantía».
Las autoridades recuerdan la importancia de que las víctimas de robo de smartphones se pongan en contacto de inmediato con su empresa operadora para bloquear el equipo y suspender la línea, un paso fundamental para inutilizar el dispositivo y proteger la información personal. Si bien esta medida teóricamente inhabilita el aparato mediante el bloqueo del IMEI, existe una «vasta industria» dedicada a burlar estas restricciones, generando teléfonos «liberados» que pueden ser utilizados con cualquier compañía telefónica.
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