Un maravilloso pueblo cordobés en medio del Valle de Calamuchita sorprende a los visitantes con la tranquilidad de sus senderos y paisajes similares a los Alpes suizos. Villa Berna es el destino ideal para quienes desean hacer una escapada de fin de semana en un rincón sereno y poco conocido.
Un refugio para conectarse con la naturaleza entre los aromas de sus pinos y el murmullo suave del agua corriendo entre las piedras, invita a descansar en sus cabañas de madera en medio de las montañas.
Una mujer oriunda de la ciudad suiza de Berna, otorgó su nombre en 1942 cuando fundó el pueblo. Margarita Kellemberg, era apicultora y propietaria de una antigua hostería que había en el lugar. Sorprendentemente, el origen de su nombre coincide con el estilo del pueblo, donde la vegetación crece idéntica a la de Suiza y tanto sus construcciones como las opciones gastronómicas que se ofrecen tienen cualidades propias del país europeo.
El tiempo parece no haber pasado en este pintoresco pueblo, donde sus caminos todavía son de ripio y la naturaleza despliega todo su esplendor con sus bosques, ríos y montañas.
En verano se puede disfrutar de las doradas playas de arenas y darse chapuzones en el agua cristalina de los ríos Del Medio y Los Reartes con un aire fresco que recorre los bosques y algunas visitas inesperadas: iguanas, chuñas, liebres y zorros grises andan a la vera de los senderos de robles, arces y abedules, pudiéndose observar además, diversas especies de aves que habitan en las múltiples arboledas.
Sólo 112 kilómetros separan a esta villa encantada de Córdoba Capital, y se puede llegar por la Ruta Provincial 5 o la Ruta Provincial 109. Yendo desde Villa General Belgrano se puede optar por dos caminos: uno de 23 kilómetros que va por Los Reartes, o el de 30, que va por Athos Pampa. El viaje desde Córdoba tiene una duración aproximada de dos horas en auto.
En cuanto al alojamiento, hay distintas opciones para todos los gustos y compañías: para ir en pareja, Akapana cuenta con tres cabañas muy pintorescas y completamente equipadas que ofrecen parrillas individuales, desayuno artesanal, piscina y solárium, entre otras comodidades con precios que van desde los $ 59.000 por noche y promos 3×2.
Otra alternativa es El Camino, que ofrece suites para dos personas o cabañas para cuatro personas equipadas a un valor de $ 20.000 por persona cada noche, con asombrosas vistas a las sierras, cochera, wifi y desayuno.
Los Aromos es la opción ideal si los visitantes son un grupo más grande, ya que cuenta con cabañas con capacidad para dos a seis personas y todas las comodidades para una estadía perfecta: asadores en cada cabaña, piscina con solárium y un gran parque para recorrer. El precio va desde los $ 55.00 la noche y cuentan con promociones a partir de dos noches de alojamiento.
Y para quienes además de hospedarse buscan también un lugar donde se pueda comer, Posada Inguz es un hotel familiar con su propio restaurante y casa de té que ofrece media pensión, un enorme parque, quincho con asador y pileta con precios desde $ 35.000 a $ 60.000 dependiendo la cantidad de personas.
¿Qué hacer en Villa Berna?
Muchas actividades en Villa Berna permiten recorrer cada rincón para no perderse ninguna de las maravillas del lugar. Para los interesados en el turismo de aventura, son buenas opciones la contratación de travesías en 4×4, servicios de parapente, mountain bike y cabalgatas o bien, otras opciones 100% económicas como el senderismo o avistaje de aves y fauna local.
Los mejores caminos donde también se puede disfrutar de los paisajes de localidades cercanas a Villa Berna son dos: por el camino de ripio que va hacia Los Reartes, en un trayecto zigzagueante de 18 kilómetros donde se atraviesan bosques y paisajes de cuento, o el que recorre 13 kilómetros hasta llegar a Athos Pampa finalizando con increíbles panorámicas que regalan las mejores postales del Valle de Calamuchita.
El dique Los Molinos también se encuentra muy cerca de Villa Berna, allí se puede pasar un día de pesca, hacer deportes náuticos o disfrutar de un paseo en lancha.
Una propuesta ideal para los amantes del vino es el turismo de bodegas en las estancias de la zona. Atos Pampa y Las Cañitas son las bodegas más conocidas que permiten visitas, recorridos y degustaciones de los vinos producidos en sus tierras, pudiendo aprender sobre los procesos de elaboración y técnicas para degustar correctamente.
La gastronomía del lugar es otro punto que vale la pena destacar, como no podía ser de otra forma, las propuestas en comidas son inspiradas en Suiza, combinando las carnes con vegetales y fusionando distintos platos suizo-alemanes.
En la calle principal se ubican varios restaurantes, parrillas y casas de té, lugares donde se pueden comer los típicos platos de la zona e ir a desayunar o merendar con vistas a la inmensidad de las montañas.