La Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra) presentó esta semana un informe sobre los índices de consumo de carne. Acorde a Ciccra, la industria de la carne en Argentina enfrenta una crisis profunda, con el consumo per cápita en su nivel más bajo en 26 años.
En los primeros siete meses de 2024, el consumo aparente de carne vacuna ha caído un 14,1%, lo que equivale a 205,6 mil toneladas menos que el mismo período del año anterior. El informe revela que el consumo promedio por habitante se sitúa en 45,6 kilos anuales, lo que representa una reducción de 8,1 kilos en comparación con 2023. Esta disminución se atribuye principalmente a la caída del poder adquisitivo de los argentinos, que dificulta el acceso a este alimento esencial.
“La puja entre los precios y la inflación condiciona el desempeño de la cadena”, señalaron desde Ciccra. La producción también ha sido afectada, con un total de 7,81 millones de cabezas de hacienda faenadas a nivel nacional, lo que representa una caída del 9,4% interanual. En Córdoba, la situación es similar: se han faenado 543.287 cabezas, un descenso del 8,62% en comparación con el año anterior, según la Asociación de Frigoríficos e Industriales de la Carne de Córdoba.
A nivel país, la producción de carne en los primeros siete meses se situó en 1,779 millones de toneladas, lo que implica una caída del 8,8%, equivalente a 170 mil toneladas menos. La situación ha llevado a los frigoríficos a enfrentar mayores costos, pero sin la posibilidad de trasladarlos a los precios al consumidor. Daniel Urcia, presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), advirtió que “la menor producción se traduce en un mayor impacto de los costos”.
Si bien el precio de la carne vacuna ha aumentado en julio en un 0,7% en comparación con el mes anterior, esto es muy bajo en relación con la inflación acumulada del 263,4% en los últimos 12 meses, según el Indec. “Los precios de la carne han perdido contra la inflación”, enfatizó Urcia. Además, la carne vacuna se mantiene competitiva en comparación con otros tipos de carne; el pollo y el cerdo han experimentado incrementos de precios más pronunciados.