El juicio comenzará cinco años después del escándalo de la manipulación masiva de las emisiones, que afecta a 11 millones de vehículos en todo el mundo. El proceso, que no tiene aún fecha de inicio, considera que los compradores de ciertos vehículos del grupo Volkswagen fueron engañados y sufrieron un daño material.
En septiembre de 2015, las autoridades medioambientales de Estados Unidos acusaron al grupo Volkswagen de manipular las emisiones de distintos motores diesel para hacer ver que cumplían los límites de contaminación.
No obstante, en los siguientes meses se conoció que 11 millones de vehículos del grupo contaban con un software” ilegal que hacía que sus motores emitieran por debajo de los límites pero sólo cuando se encontraban en un banco de pruebas. Es decir que en la calle, la contaminación era mucho mayor. Con todo, las estimaciones apuntan a que el escándalo le costó ya a Volkswagen más de 30.000 millones de euros en multas e indemnizaciones.
Los clientes afectados, por un lado, exigieron compensaciones tanto a título individual como en grandes causas colectivas, mientras que los accionistas denunciaron a la mesa directiva por ocultarles información crítica para poder evaluar el precio de las acciones. Además, en Alemania se abrieron varias causas contra los directivos del grupo Volkswagen en aquel momento por fraude.