La escasez de chapas patentes para vehículos automotores es un problema que se arrastra ya desde el año pasado en todo el país, Córdoba incluida. Pero en los últimos meses el tema se ha agudizado notablemente, con cada vez más autos y motos transitando por calles y rutas con un simple papel con letras y números en rojo adherido al parabrisas.
Dicho faltante viene generando demoras en los trámites de inscripción inicial o de reposición de los vehículos, al tiempo obliga a los titulares de automóviles y motocicletas cero kilómetro a circular con la patente provisoria durante largos períodos de tiempo.
Ello genera innumerables inconvenientes, ya sea en el tránsito por casillas de peaje con lectura de patentes, como en la aplicación de multas por parte de la Policía Caminera, y también en el estacionamiento medido de la ciudad de Córdoba.
El problema fue abordado días atrás por el gobierno nacional por medio de un pedido de informe detallado que fue enviado al Congreso. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, respondió a la solicitud del diputado Oscar Agost Carreño (PRO), en el que le consultaba sobre las causas de la falta de stock de chapas patentes, los criterios de distribución y el impacto en el mercado automotor.
Según datos oficiales obtenidos por el sitio Chequeado a través de un pedido de acceso a la información pública, actualmente hay 655.548 vehículos en circulación con patentes provisorias, identificadas en un papel con un código en letras rojas pegado en el parabrisas.
La cifra fue proporcionada por la Dirección Nacional de Registros de la Propiedad Automotor (DNRPA), dependiente del Ministerio de Justicia de la Nación. Este número representa aproximadamente el 4,3% del parque automotor argentino, que en 2023 alcanzaba los 15,3 millones de unidades, según la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (Afac).
La escasez de chapas patentes definitivas viene generando reclamos de usuarios y de sectores vinculados al tránsito, reveló el diario La Voz del Interior. Ante esto, el gobierno nacional prometió que el problema se resolverá en mayo, cuando se normalice la producción.
Según los datos oficiales, desde diciembre de 2023 al 25 de marzo de 2025, se entregaron en total 1.772.894 patentes. De esa cifra, 1.117.346 fueron chapas metálicas correspondientes a 558.673 inscripciones iniciales de dominio (0KM) y 655.548 placas provisorias.
Casa de Moneda
De acuerdo a la respuesta oficial, el principal obstáculo para garantizar la entrega de chapas patentes en tiempo y forma, fue la incapacidad operativa de la Casa de Moneda, que hasta el año pasado era el único proveedor autorizado para dicha tarea.
Según explicaron desde la Nación, el organismo enfrentaba “dificultades logísticas y de gestión”, lo que derivó en retrasos crónicos en la producción y distribución de las chapas.
Ante esta situación, el Gobierno decidió intervenir la Casa de Moneda y romper con el monopolio que mantenía esa empresa estatal. Para garantizar el abastecimiento, se lanzó una compulsa de precios en la que resultó ganadora la firma Tonnjes Sudamericana SA, especializada en sistemas de identificación vehicular.
Mientras se normaliza la producción, la Dirección Nacional de los Registros Nacionales de la Propiedad del Automotor y de Créditos Prendarios implementó un sistema de cupos por Registro Seccional para distribuir de manera equitativa las chapas disponibles en todo el país.
Además, se autorizó la emisión de patentes provisorias en formato papel para evitar que los vehículos nuevos quedaran sin identificación y pudieran circular. “No existen automotores sin identificación”, aclaró Francos en su visita al congreso, ya que el permiso en papel permite circular y realizar trámites registrales con normalidad.
Contrariamente a lo que podría suponerse, la falta de chapas no frenó la comercialización de vehículos y, como pasa todos los años, en el primer trimestre se realizó el grueso de las ventas.
Francos citó datos del Sistema de Información Online del Mercado Automotor de Argentina (Siomaa), que mostró que el primer trimestre de 2025 fue el mejor de los últimos seis años en ventas de vehículos cero kilómetro.
El jefe de Ministros también aseguró que no se registraron reclamos masivos por la demora en la entrega de chapas metálicas, gracias a las licencias temporales en papel. Asimismo, descartó que esta situación afecte la implementación del Registro Único Virtual (RUV) o del Registro Único Nacional del Automotor (Runa), ya que los trámites siguen procesándose con normalidad.
El Gobierno en su respuesta oficial no precisó plazos exactos para que se normalice la provisión, pero confirmó que el nuevo esquema de producción, con Casa de Moneda y Tonnjes trabajando en paralelo, acelerará la entrega de chapas. Mientras tanto, las medidas transitorias seguirán vigentes hasta que se regularice el stock en todo el país.
La respuesta oficial es que el problema no fue desatendido y Francos aclaró que, pese al problema y mientras tanto se regularice la situación, “no existen automotores sin identificación circulando por el país. Además, aclaró que “no se ve afectado trámite registral alguno”.
Versiones opuestas
Ante la consulta del diario La Voz distintas fuentes revelaron graves errores en la cadena de suministro de chapas patentes, falta de planificación e intentos fallidos de importación que agravaron el problema.
Según explicaron, la escasez de chapas patentes en Argentina se debe a una combinación de mala gestión, falta de compras estratégicas y conflictos con los actores clave del sector. El problema, que ya lleva meses sin resolverse, se originó por la incapacidad de Casa de Moneda y la falta de previsión del Gobierno nacional para garantizar el abastecimiento de materiales.
Una de las fuentes consultadas dijo que el organismo nacional no era idóneo para fabricar patentes vehiculares en escala, pero reconoció que históricamente cumplió y nunca hubo un problema de esta magnitud con tantos autos sin patente circulando por calles y rutas.
Pero el problema no es solo técnico, ni la culpa completa es de la Casa de Moneda. También responde a una incapacidad de gestión: “Desde el Gobierno nunca se dieron cuenta que le tenían que comprar a la Casa de Moneda, entonces ahí comienzan las complicaciones: por no hacer la compra, no saber comprar y sobre todo no saber gestionar algo que debe resolverse de una sola manera”, detallaron fuentes consultadas.
Otro punto crítico fue la falta de compra de aluminio en cantidades suficientes para fabricar las chapas. El material podía provenir de Aluar o de Alemania, que es el principal distribuidor de aluminio “lavado”, pero no se aseguraron los insumos a tiempo. No se compró ni al país bávaro ni a la empresa argentina.
A todo esto, un conflicto con la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), entidad encargada de controlar la calidad y distribución de las patentes, agravó la logística. “Comenzaron a generar una pelea con Acara, lo que generó una rispidez para la logística”, explicó la fuente.
Problema irresuelto
En medio de todos estos inconvenientes, la Dirección de Asuntos Registrales (organismo que gestiona todo el proceso) tuvo varios directores en poco más de un año de gestión, lo que impidió contar con una estrategia coherente. “Muchas novelas y nadie gestionó, por eso surge el problema”, afirmó la fuente.
Ante la emergencia, aseguraron que el Gobierno intentó importar chapas de Brasil, pero el plan fracasó. “Se comenzó a comprar chapas en el país vecino, pero por algún motivo ello no funcionó y se frenaron las importaciones”, explicaron.
Como si todo esto fuera poco, la empresa Tonnjes Sudamericana SA, ganadora de la licitación para reemplazar a Casa de Moneda en la producción de patentes, le vendió al Gobierno una máquina para producir patentes localmente. Sin embargo, recién hace dos semanas la estaban desarmando para poder ponerla en un barco y mandarla al país, lo que retrasó aún más la producción.
Chapas provisorias
Mientras tanto, las chapas de papel temporales (válidas por 180 días) están generando múltiples inconvenientes. Al asignar primero un número provisorio y luego otro definitivo, un ex funcionario de la Dirección de Asuntos Registrales aseguró que “se crea un doble trabajo para los registros de todo el país”.
A su vez, indicó que inicialmente se asignaron 52 chapas mensuales por registro, cifra que luego se duplicó a 104 chapas digitales debido a la gran demanda, pero igual ese número sigue siendo insuficiente.
Este sistema, no solo trae impedimentos por demanda a los registros, sino que entre registros “se pasan chapas digitales, como un negocio entre ellos, y quedan registros que no patentan por no tener contactos o no involucrarse en esta dinámica”.
La fuente también cuestionó los requisitos de seguridad excesivos de las chapas argentinas, que no se usan en otros países y encarecen la producción. Así, la combinación de mala administración, falta de insumos, conflictos con distribuidores y soluciones improvisadas dejó al país sin stock de chapas patente.
Aunque el Gobierno asegura que trabaja para normalizar la situación, la demora ya afecta a miles de automotores y complica el sistema registral. Mientras tanto, las patentes de papel siguen siendo un “parche” para un problema por ahora sin solución.
Problemas con multas, peaje y estacionamiento
Autoridades de tránsito y seguridad vial detallaron a La Voz los problemas operativos que genera la falta de patentes metálicas, desde multas hasta inconvenientes en los sistemas de telepeaje y estacionamiento medido.
Por un lado, hay complicaciones en los controles viales, aunque las autoridades aseguran que las patentes de papel permiten identificar a los vehículos, siempre y cuando estén vigentes.
Marcelo Giménez, director de Seguridad Vial de Policía Caminera, explicó que un vehículo sin identificación está en infracción, pero que actualmente los registros entregan patentes provisorias en papel con una validez de 180 días, lo que les permite circular legalmente, en cualquier parte del país e incluso en el exterior.
Ahora, si el permiso está vencido, el conductor incurre en una falta grave. “Cuando paramos el vehículo, lo identificamos con la chapa patente provisoria; si le falta, está en infracción. Pero con el papel se puede circular tranquilamente”, aclaró Giménez.
Radares y telepeaje
Otro problema derivado de la falta de chapas patente aparece con los radares de fotomultas en las rutas de la provincia. Los radares cinemométricos con los que cuenta la Policía Caminera pueden medir la velocidad de un vehículo hasta 2.000 metros de distancia.
En ese sentido, el comisario Giménez dijo que estos aparatos pueden operar con normalidad con las patentes provisorias ya que cuentan con una cámara que captura imágenes en HD, y es el oficial que maneja el radar quien identifica el vehículo y da aviso a sus compañeros que se encuentran más adelante.
El único lector automático de patentes de la ciudad de Córdoba está ubicado en el túnel del Puente Martí, cerca de la Mujer Urbana.
Este no reconoce los permisos en papel, lo que impide su uso para controles automatizados. Este tipo de control se utiliza para seguridad e identifica a vehículos con pedido de captura, por ejemplo.
El otro sistema con las mismas características es el que opera Caminos de las Sierras en las casillas con telepeaje y que solo funciona con chapas metálicas. Ello obliga a los conductores a pagar tarifas más altas en peajes manuales, ya que sin la chapa no se puede registrar en el sistema.
Multas y estacionamientos
Por otra parte, Rodrigo Fernández, secretario de Gobierno, Fiscalización y Control de la Municipalidad de Córdoba, detalló a La Voz cómo la falta de chapas afecta la gestión del tránsito
“Las cámaras de fotomultas no pueden leer las patentes de papel, lo que complica sancionar estacionamientos indebidos, obstrucción de rampas o salidas”, indicó Fernández y aseguró que “los inspectores deben verificar manualmente los permisos provisorios”, lo que hace el proceso más lento y mucho menos eficiente.
Si un vehículo no tiene ni chapa ni permiso provisorio, se debería iniciar un procedimiento documental e incluso policial, aunque Fernández aclaró que por ahora no están llegando a ese punto.
A su vez, el secretario de Gobierno advirtió otro problema: la posibilidad de que conductores retiren las chapas deliberadamente para evadir controles. “Puede haber gente que saque las patentes provisorias a propósito, ya que no solo faltan las nuevas. Esto sí complica y mucho nuestro trabajo”, afirmó.
La escasez de chapas no solo retrasa trámites, sino que según funcionarios municipales y provinciales dificulta la fiscalización automatizada (radares, telepeaje, fotomultas), aumenta la carga de trabajo manual para policías e inspectores, y genera riesgos de evasión, al no poder rastrear vehículos sin una identificación clara.
Si esta noticia te interesó, podés registrarte a nuestro newsletter gratuito y recibir en tu correo los temas que más te importan. Es fácil y rápido, hacelo aquí: Registrarme.